Capítulo 19 | Atrapados.

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Estaba discutiendo con Alemania, mientras trataba de silenciar eso que el llama boca.
Volte mi vista para mirar de reojo el asiento donde se debería de encontrar México, pero por alguna razón este no estába, hice lo mismo con el lugar de China, pero ¡Sorpresa! Se habían ido.

Alemania por otro lado me seguía gritando un sin fin de estupideces.
-¡¿Quieres callarte un maldito segundo?! - Grite más que molesto, porfin Alemania me prestaba atención. -Escuchame bién, no me interesa ni un poco lo que digas, ¿Deacuerdo? Ahora, México y China se fueron por lo que estamos aquí atrapados sin tener a donde ir, al único lugar que sabemos ir sin perdernos son las oficinas donde hacemos las juntas, que en este momento todo debería de estar vacío y el aeropuerto.

Alemania cálculo mis palabras y miro a los lados, dandose cuenta de que decía la verdad, pareció alarmarse por un instante, pero se dió cuenta de que la única opción que tenemos es esperarlos.

-Si no quieres quedarte aquí atrapado conmigo puedes largarte a tu país y volver asta dentro de unas semanas. - mencioné como escusa para que Alemania se largura y me deje aquí.

-¿Y dejar a China y a tí solos con México? ¡Que estupidez! -Gritó.

Nos sentamos en los asientos de la sala del hogar mientras esperamos a los otros dos países faltantes.
Obviamente el alemán y yo nos sentamos lo más lejos posible el uno del otro en silencio. Asta que Alemania empezó a reclamar que era mi culpa.

-Si no me hubieras golpeado la pierna por debajo de la mesa, China jamás se hubiera escapado con México.

-¿Sabes qué? No te voy a dar el placer de una respuesta. - No tengo ganas de pelear con el en este momento, me levante del asiento y camine a la cosina para sacar del congelador una bolsa con hielo, de ahí empecé a dirigirme directo al cuarto para visitas que México me había asignado, Alemania solo me miro confundido pero no dijo nada.

Serre la puerta para que Alemania no me molestara durante los minutos o horas que México estaría afuera pero sentía como el calor inundaba la habitación, por lo que decidí abrir la ventana y así poder recostarme en la comoda cama, la bolsa de hielo la puse sobre mi cabeza para estar un poco más fresco.

Cuando empecé a sentir el fresco aire que pasaba por la ventana, comencé a recordar cosas que hace mucho tiempo no pensaba...
Quizá piensen que es ridículo estar recordando esto, pero a mi me interesa mucho, sobre todo porque estoy en el hogar de México, incluso puedo sentir su aroma por más estúpido que suene, así que es obvió que no puedo evitar pensar en él.

Cuando lo conocí tenía 8 años de edad... Mi padre estaba en crísis y necesitaba ayuda, yo por otro lado estaba jugando en la sala de mi casa, cuando escuche que tocaron la puerta, no me moví en ningún instante solo estaba esperando que mi padre abriera la puerta.

Cuando mi padre giró la manija no logre observar a nadie, pues mi papá al ser tan alto tapaba a la persona que se encontraba delante suyo. Pude escuchar que hablaba con alguién, pero no podía escuchar ninguna palabra, pues yo estaba un poco lejos, el contrario que hablaba con mi padre parecía nervioso pero se notaba que lo estaba ocultando tratando de hablar con mucha seguridad, cosa que casi no logró.

-Pasé por favor. - Logré escuchar por parte de mi padre, este se hizo a un lado dejándome ver a un Country que jamás había visto en persona, era de Latinoamérica, ¿Como lo sé? Mi papá pasaba los días enseñandome el nombre de cada continente y de cada país con su respectiva bandera. Y ese país que yo ví parado casi frente a mí, era México, se veía nervioso y mi padre también lo notó.

-¿A que viene su visita joven México? - Dijo mi padre con curiosidad.

-Pues... Ammm... Estoy consiente de que tu pais necesidad un poco de ayuda... Y... Te quieria ofrecer un poco de mis enfermeras, doctores y gastronomía al igual que soldados... -Soltó una pequeña sonrisa nerviosa.

Tu Formas Mi Sonrisa ||RusMex||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora