Capítulo 6: La cita

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Pov Rodrigo:

-Esto es bastante sorprendente -dije ojeando el expediente de la chica -¿No fue a ningún colegio?

-No, estudió en casa, sus padres le pusieron profesores particulares -dijo la pelinaranja cruzándose de brazos.

-Ah, vaya hija de un político -dije reconociendo el nombre del padre.

-Creía que eso ya lo sabías -dijo Pilar mirándome intrigada -Bueno esto prueba que no es una becada y que la dejarás en paz.

-¿Por qué es tan importante esa chiquilla para ti, Pilar? -pregunté cerrando el informe -Creo recordar que no te importaba nadie de este estúpido colegio.

-¿Y a ti por qué te importa ella? -dijo a la defensiva frunciendo el ceño.

-Ya te he dicho, solo quería comprobar si era una becada -dije mirándola seriamente.

-Eso es algo que te dices para convencerte a ti mismo -dijo después de soltar una carcajada -Te gusta Laura -murmuró.

-Otra igual -dije rodando los ojos.

-¿Perdón? -preguntó alzando una ceja.

-Nada, yo me largo ya -dije esquivando su pregunta y girándome hacia la puerta.

Al llegar a mi habitación me doy cuenta de que Edgar ha mandado comida para mí, sonrío ya que verdaderamente él es quien más se preocupa por mí, me apoya en todo y me escucha.  Ambos entramos juntos a la Logia.

Llevo comiendo unos minutos, cuándo escucho la puerta. Me levanto y mientras me dirijo a la puerta, pregunto:

-¿Quién es? -la respuesta no tarda en llegar.

-Yo, amor -suspiro e intento sonreír cuando abro la puerta- Hola, me ha dicho Edgar que te quedabas estudiando y quería saber si te han traído la comida.

Yo me aparto y dejo que entre, y ella sonríe cuando ve que me la han traído.

-No quiero que te me mueras de hambre -me dice agarrando mis mejillas, yo paso mis manos por su cintura, y le doy un pico. Ella se queja y me dice -Así no - Y me besa con mucha más profundidad, yo no tardo en seguirle el ritmo.

Nos separamos interrumpidos por la tos de Edgar, le miro y él se ríe, y me señala la boca poniendo morritos. Yo me río sabiendo que tengo que tener la boca como un payaso.

-Bueno, yo me voy a mi habitación -dice Julieta mirándonos a los dos sonriendo -Que descanses mi amor -y con esto último me da un pico y se va.

En cuanto cierra la puerta, Edgar se ríe a la vez que yo intento limpiarme la boca del pintalabios rosa, y me dice cuando se ha calmado:

-¿Has encontrado algo de la nueva?

Yo sonrío, y le digo, sin saber por qué:

-Está limpia, nada raro. Y procede de buena familia, su madre es la ex bailarina de ballet. - Sí había reconocido su nombre, mamá era fanática del ballet y lo veía a todas horas. -Su padre es el próximo candidato a ser gobernador de Chiapas. - él asiente seguro que lo conoce, el padre de Edgar trabajaba en el mismo bufete de abogados en el que trabajaba el padre de Laura antes de hacerse político. Comento detalles banales de lo que descubrí de ella.

-¿Entonces, si está limpia, saldremos con Julieta y ella al cine? -está preguntándolo pero más bien es una afirmación.

-Lo que tú decidas -dijo echándome en la cama con gesto despreocupado. Pero finalmente tengo curiosidad por ella, porque a pesar de todo lo que he leído, prefiero oírlo de su boca.

Lo que nadie sabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora