Prologo

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En el despacho de una mansión en Etiopía, se encuentran reunidas dos familias, que están a punto de ser una sola, La familias Abel y Aziz frente a frente. La tensión que se siente no se puede cortar ni con el cuchillo  más filoso del mundo, la preocupación que se siente en el ambiente es algo insoportable. El hombre que se encuentra sentado atrás del escritorio decide romper el silencio incómodo.

-Ya se tenía estimado que sucediera esto, pero con lo que sucedió, hará que acelere los predestinado- dice el padre de la familia Aziz mira a cada miembro de la familia- esta unión se hará de manera rápida.

Los dos jóvenes se miran y bajan la mirada, la joven de la familia Abel piensa en que su vida está totalmente arruinada, antes de llegar al lugar, pensó en mil maneras para escapar , pero se vio acorralada, no tenía escapatoria estaba afrontando esta situación de forma cobarde. Lo único que nunca se le pasó por la cabeza fue deshacerse de la criatura que lleva en su vientre. Mientras tanto el joven Aziz, discute con el mismo en su foro interno, debió de ser más cuidadoso con lo que hacía, el mismo se llevó a la boca del lobo, tuvo la oportunidad de irse pero gracias a esto lo ha perdido. Pero como el Jefe de los Aziz le enseño debe afrontar la consecuencia de cada uno de sus actos, y afrontarlo con valentía. El padre continúa hablando.

-Dentro de un mes se hará la unión, vivirán juntos y esa criatura será criada con una familia completa, Abenet tomara el cargo luego de su luna de miel, se adiestrara, se le dará clases, ya sé que tomabas clases pero las horas subirán, me acompañaras para que te acostumbre al ritmo del cargo que te corresponde, igual para Kedest, aprenderás hacer una buena mujer para tu esposo, serás su soporte y necesitaras acompañarlo en su actividades.- se levanta de su asiento y recorre toda la estancia, hasta parase atrás de los dos –Si persigues dos conejos, ambos escaparán- concluye los dos jóvenes se tensan, ese hombre no era estúpido, él tenía conocimiento de su escapada.

Kedest levanta la mirada y mira al señor Aziz

-No estoy de acuerdo- dice con voz temblorosa- ya le dijimos que no nos pueden obligar a casarnos, sé que somos dos familia que siempre han fraternizado- se le cae una lagrima de su ojo- pero yo no amo a su hijo, solo lo aprecio como un amigo.- termina diciendo

El señor Aziz frunce el ceño y se encamina hasta quedar al frente de la joven

-Eso debiste de pensarlo en el momento que tuviste relaciones con tu "amigo"- La esposa del señor Abel jadea con lo que le responde a la joven.

Abenet se levanta exaltado de su asiento y lo mira directamente a los ojos

-Puedes hacer conmigo lo que quieras padre, pero no  permitiré que le faltes el respeto, recuerda que sigue siendo una dama y se merece respeto –dice con voz firme- asumiremos la responsabilidad pero tenemos alguno términos que queremos hablar en privado.

Todo queda nuevamente en silencio.

-Pueden retirarse- dice el señor Aziz y nadie rechista tras su orden, solo se queda el señor Abel- ¿cuáles son los términos?

-Escucha con atención padre, todo lo que te diré, quiero que se ponga en un contrato para que tenga valides lo que te diré a continuación- Lo mira con atención

Y todos escuchan con atención.

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