Capítulo 6Pov's Ayana
-¿Estas bien?- le pregunto preocupada agarrando su hombro. Asiente.
-¿Dónde está el baño?-¡Oh no!, yo conozco esas ronchas.
-Ven te acompaño- lo agarró del brazo en señal de que se ponga de pie. Fuimos un poco brusco porque la silla suelta un chirrido molesto y porque todos ponen su atención en nosotros.
-¿A dónde van?-pregunta padre serio, pero en su mirada veo alegría. Él lo sabía.
-Lo sabias- todos en la mesa me miran confundidos menos mi padre.
-¿Saber que hija?-sigue comiendo de su comida, escucho algo cayendo o debo decir alguien y luego varios gritos de sorpresa. Volteo a donde esta Rhys y esta se encuentra desmayado en el suelo con la cara totalmente roja como una fresa con muchas semillas.
¡Oh Dios mío! Esto no puede estar pasando
(26 horas antes)
-gracias por acompañarme a quitarme esto-le digo a Meena.
-No hay de que - responde mi Guardaespaldas. Levanto una ceja mirándolo con una mirada de escepticismo-además para mí no es molestia y menos si estoy acompañado de esta hermosa señorita-mira a Meena con una mirada de galán. Mi amiga, como es de esperarse le da un golpe juguetón en el hombro y con una sonrisa bobalicona en sus labios.
-Se lo decía a Meena, tú lo haces porque es tu trabajo, que aún sigo diciendo que no es necesario-digo entrando con mis muletas al hospital con ellos atrás de mí. Estos dos meses con el yeso en mi pierna derecha han sido horrible. No podía rascarme, se me dificultaba movilizarme con esas muletas; rompí varios jarrones de mi casa con ellos, pise a Mered porque no calcule bien los pasos. Si no fuera por Mered, Meena, Sarah y Rhys habría pasado una odisea. Rhys estuvo cuidándome estos dos meses sintiéndose culpable, le repetí reiteradas que no era así, que en parte también fue mi culpa.
Con el pasar de tiempo, empezamos a llevarnos mejor, pero aún tenía mi espina de desconfianza porque no habíamos conversado del tema hasta aquel día.
-Sé que te debo una explicación- me dice, despego mi atención de la televisión. Nos encontramos echados de manera desordenada en mi sillón, yo con mis piernas encima de la mesa de centro y el con su cabeza encima de piernas-además te debo una disculpa por lo que te hice- y vamos de nuevo con la mirada de culpabilidad. Le pego en la frente con mi dedo-¡Oye!
Se levanta de mis piernas sobándose la frente y dirigiéndome una mirada asesina.
-Te he dicho hasta el cansancio que no fue así, deja de insistir-lo regaño.
-Recuerdas que te había comentado que había alguien buscando mi cabeza-se pone serio cambiando de tema. Asiento-bueno esa persona tiene que ver con mi pasado o más bien, nuestro pasado- lo miro extrañada por lo que acaba de decir. Trato de acordarme de él siendo parte de mi pasado pero nada. Interesada pongo atención para que termine de explicarse-¿Recuerdas algo de tu infancia?
Hecho el cassette hacia atrás, pero solo hay retazos o más bien lagunas. Solo recuerdo mis once años en adelante, tampoco fue que me interesara. A medida que fui creciendo fui ignorando más y más sobre ello, asumí que cuando uno crece se le olvidaban algunos momentos de su vida. Incluso le pregunte una vez a Madre, ella me respondió: Debe ser que estas empezando a olvidar algunos momentos pocos relevantes de tu vida y solo quedan los que marcaron una antes y un después". Con esa respuesta decidí olvidar el tema.
Niego, si mi infancia está ligada a lo que está pasando ahora, tengo que subirle el nivel de interés a la situación.
-Tus padres tienen mucho que contarte, no me corresponde a mi hablarte sobre esto, pero quiero ser más sincero contigo-me dice tomando mis manos entre las suyas, me quedo mirándolas fijamente-Solo te diré que fuimos muy cercanos, algo así como mejores amigos que se cuidaban la espalda. El destino se encargó de que nos conociéramos en las peores circunstancias, pero fue lo que hizo que se fortaleciera nuestra relación. Los que nos está sucediendo hoy, son las consecuencias de las decisiones que tomaron nuestros padres en el pasado. Mi vida es una total mierda por esas decisiones. Afectaron de manera considerable mi vida- su voz es baja pero llena de rabia
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Zeri
ChickLitUn regalo memorial puede salvarte o destruirte, en mi caso fue una avalancha que arraso con todo hasta convertirme en nada.