En Pila

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La temperatura del lugar parecía haber aumentado demasiado de repente, estaba frente a él y lo veía mover los labios sin parar mientras yo sacudía insistentemente mi camisa para obtener al menos un poco de aire; no importaba si los ventiladores en el techo estaban a todo dar, yo aún sentía que estaba en medio del mismísimo Sahara. Él detuvo su hablar mirándome fijamente por varios segundos, la mano que movía sin parar fue cesando paulatinamente su movimiento, y con ello, todo mi cuerpo se quedó como una estatua de hielo; una que estaba en proceso de descongelamiento.

— ¿te sientes bien, Hoseok? — él le preguntó luego de varios segundos de intensa inspección, yo trataba de mantener la calma; una que evidentemente no había.

— Yo-aamm, sí. Claro que sí.

Hyungwon se quedó en silencio observandome de nuevo el rostro, pude ver claramente como sus ojos pasaban por todo el analizando hasta que de repente, como si nada, sonrió brillante y satisfecho con la respuesta que le había dado; al fin. Me removí en el asiento sonriendo nervioso, miré hacia mí lado derecho buscando distraer mis pensamientos, y mis ojos pasaron por la barra fijándome en que había en ella una pareja que hablaba y se besaban de manera bastante cariñosa; esa sola imagen me absorbió por un buen momento, era como si cada cosa que me rodeaba me estuviera diciendo con una voz anímica "¡Vamos, inténtalo. Tú puedes!"

Pero claro, no podía.

— ¿seguro que nada pasa? — su voz masculina en un tono bajo y aletargado hizo que volviera mi atención a él. Mis ojos pasaron naturalmente por ese cuello largo dónde fácilmente podía ver su manzana de adán, subí lentamente admirando su quijada que era pequeña y bien delineada, luego a sus gruesos labios rojos que golpearon muy dentro de mí razón, él se los humedeció con el pasar de la lengua provocando que mi corazón palpitara; pasé por su filtrum tan bien hecho y su nariz de punta redonda que encajaba tan bien en su rostro, yo fui ascendiendo hasta que me encontré con sus ojos cafés que me miraban fijamente otra vez. — ¿Hoseok?

— Eemmm — vamos, vamos... — No, estoy bien. En serio.

— Has estado distanciado estos días, Hoseok. Por eso te llamé aquí, para que habláramos. No me gusta que mi mejor amigo esté tan lejos de mí y menos ahora que estoy próximo a dar un paso tan importante; ni siquiera fuiste al primer ensayo. — las palabras de Hyungwon movieron algo en mi; no algo, sino todo. Sentí unas horribles náuseas azotar mi estómago y agaché la mirada sintiéndome un imbecil de lo peor por mentirle.

— Tuve demasiado trabajo. —  Otra mentira más que se acumulaba en la pila de mentiras que había creado desde hacía mucho tiempo. Me sentía horrible, la peor persona en este mundo por hacerle eso a mi mejor amigo, a mi casi hermano y a mi primer amor. Dios, yo quería golpear mi cabeza contra la mesa y dejar de ser tan cobarde, tan estúpido y mezquino; pero al ver su sonrisa desinteresada, de nuevo y como siempre, me arrepentí.

— Siempre estás trabajando o investigando para algún nuevo libro; tener tu propia editorial no te impide sacar un tiempo para cumplir con tus obligaciones como padrino de boda, Hoseok. Por favor, incluso Shownu que vive al otro lado del mundo hizo espacio para esto ¿por qué tú no? — él estaba comenzando a enfadarse, lo sabía y quería poder explicarle de una vez por todas lo que sucedía realmente, pero ¿cómo le decía todo sin sonar a película mal rebobinada?

"amm, sí, Hola. Primero que todo, quiero decirte que te amo desde la escuela media y desde entonces no he amado a nadie más que a ti, así que no quiero que te cases. Ah, y tu futura esposa te engaña con nuestro amigo Kihyun."

¡No!

Mi propia voz sonaba estúpida en mi cabeza, vi a Hyungwon beber de su cerveza y expulsé el aire cansado de todo esto que me estaba sofocando; sentía que debía explicarle de alguna manera, pero simplemente era demasiado cobarde. Diablos.

— Lo siento. — solté para comenzar. Mis manos se movieron por sobre la mesa y tomé la suya que era grande, sus dedos eran ridículamente largos y delgados; fácilmente una mano suya podía casi cubrir mi rostro y no tenía uno tan pequeño que digamos. Mordí el interior de mi mejilla buscando no decir nada tonto que hiciera de todo esto algo incómodo para él, me lo gritaba mi subconsciente como si de vender algo en el marcado se tratara esto; santos cielos, tenía ganas de apretar el agarre de su mano y llevarlo lejos para que esa mujer nunca más volviera acercarse a él.

— está bien, te comprendo. — Él sonaba comprensivo; pero más allá de eso había un tinte de decepción.

Él estaba decepcionado.

He sido amigo de Hyungwon por muchos años, hemos pasado juntos las verdes y las maduras, todas ellas porque lo amo como nunca he amado a nadie; la cosa es que él es él y yo soy yo. Chae Hyungwon, espléndidos 35 años, heterosexual y próximo a casarse con una zorra que parece hacer todo menos amarlo, claro, porque lo engaña con nuestro amigo de universidad; esa alimaña traidora. Luego estoy yo, Lee Hoseok, 35 años, un homosexual de closet que está enamorado de su mejor amigo, el cual se casará en aproximadamente cuatro meses.

Trágicomedia en proceso.

Me sentía como la mierda; todo lo que tenía en el pecho y que debía decir estaba comenzando a sofocarme, el sudor era más abundante y la camiseta de pegaba a los músculos de mi torso. Si esta era mi penitencia por haber callado tantas cosas durante estos años, entonces te ruego Dios seas más noble; literalmente sentía que me estaban golpeando brutalmente.

— Hyungwon... — Mi boca se movió, había sido involuntario y fue un susurro dulce que hizo que mi corazón latera como loco. Sus ojos cafés se posaron en mi y me analizaron por cuenta nueva mientras bebía de su cerveza que ya casi terminaba, en cuanto a la mía, ella apenas y estaba empezada; no podría escudarme en qué estaba ebrio. Con un demonio. — Va- vamos a follar...

Hubo un profundo silencio en el que Hyungwon se quedó mirandome sin siquiera parpadear, la saliva pasó como rocas por mi garganta y un calor sofocante subió por mi cuello hasta posarse en mi rostro y mis orejas. Esas palabras habían salido de mi boca como si fueran nada; no un te amo, no un estoy enamorado, sino un "vamos a follar"

Yo quería desaparecer.

Hyungwon apartó su mano de mi cercanía dejando la botella a un lado, quitó su mirada de mi rostro, vio la hora en su reloj y frunció entrecejo. Pasó una mano por su cabello negro y me miró de nuevo.

— Lo siento. Debo irme, Hoseok. — tomando sus llaves y su chaqueta Hyungwon se levantó, lo que antes era un horrible sofoco se convirtió en un agujero en mi pecho que no me dejaba ni hablar.

Lo vi irse sin decir nada más, lo seguí con la mirada hasta que atravesó el establecimiento saliendo por las puertas de cristal; él caminó unos cuantos pasos y subió a su auto dando vuelta, hasta desaparecer por la calle principal hacia el sur...

¿Qué demonios había hecho yo?

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Hola!
Estamos aquí de nuevo con esta historia corta. Espero que pueda agradarles lo suficiente!

Si tienen algún comentario, recomendaciones o dudas, estoy dispuesta a responder todas.

Gracias, las amo y manténgase seguros y protegidos.

11:11 [2WON/HyungWonho] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora