Epílogo

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— ¿esto lo llevarás? — tomé del closet una vieja camiseta de una banda local que seguíamos cuando eramos aún muy jóvenes, Hyungwon dejó de revisar algo en su tablet y volteó a verme analizando la prenda. En silencio volvió a la tablet, pasó su dedo por la pantalla y luego de varios segundos en los que bajé la camiseta habló.

— ¿por qué no te la mides?

— ¿qué? — Me quedé mirándolo. Esperaba que me dijera de una vez qué era lo que haría con la estúpida camiseta, pero él simplemente asintió y me miró de nuevo.

— Sí ¿por qué no te la pruebas y vemos cómo te queda?

— yo... — pensé en que quizá necesitaba ver si servía o algo, así que no me quejé más y quité la camiseta gris que llevaba puesta.

El cuerpo de Hyungwon era muchísimo más delgado y su torso era largo, mis camisetas deportivas estaban en su mayoría adaptadas para estar pegadas a mi cuerpo, las de Hyungwon no. Me cambié rápidamente y revisé que quedara bien; pues bien, la camiseta era ancha en algunos lugares, pero de brazos... Eso era otro cuento.

— es raro. — comenté revisandome.

— lo es — dijo él analizandome — deberías quitarte el pantalón un momento. —lo dijo luciendo serio mientras me veía de arriba abajo. Mis ojos lo fijaron por varios segundos. — ¿qué?

— ¿esperas que me coma ese cuento? — se lo dije y quité la estúpida camiseta que me quedaba ridícula. — lo haces por pura satisfacción, Won. Eres un abusador.

Y por fin rio.

— ven aquí, baby. — fui a él, no tenía camiseta y me había quedado sólo en mis jeans. Se suponía que estábamos empacando todo porque pronto Hyungwon se mudaría a nuestra nueva casa.

Nuestra casa.

Sonreí al recordar ese punto en especial. Todo con Hyungwon había sido un extenso y lento proceso, desde desconocidos, amigos, amantes, novios... fueron muchas las situaciones que habíamos vivido y muchos obstáculos que tuvimos que superar; cada cosa me enseñaba a amarlo.

— ¿no crees que deberías estar empacando en lugar de molestarme? — me queje entre risas, me senté a hurtadillas en sus piernas  y lo abracé sintiéndome tan bien entre sus cálidos brazos.

— me encanta admirarte, Hoseok. Eres una obra de arte inigualable. — me reí entre dientes y cerré los ojos sintiendo sus labios pasar por mis hombros, sus manos recorriendo mis costados y espalda. Él tiró la espalda contra el colchón y me miró desde su posición. — a veces me preguntó si eres real.

Sus palabras la mayor parte del tiempo se me hacían demasiado comprometedoras; Hyungwon creía y me veía a mí como algo inigualable, como un ser creado en su mente que no tenía comparación con ningún otro y no era cierto. Yo era como cualquier otro, sentía celos, enojo, miedo, tenía dudas, inseguridades y fallaba de vez en cuando, era una persona normal, una que lo amaba con toda el alma y ese mismo amor era mi gran motor.

— exageras... — se lo dije buscando que lo entendiera y el negó con la cabeza imposible de convencer. Su mano acarició mi cabello, cerré los ojos y sentí como su dedo pulgar rozó mis labios, su mano bajó por mi cuello hasta mi pecho rozando lo y sus caricias me hicieron gemir; recordé ese vergonzoso día en que estábamos en casa de su tía, aquella vez ni siquiera sabía lo que sigficaba sentir tal deseo o siquiera era consciente de que lo amaba, no sabía nada.

— te amo, Hoseok... — me incliné para besar sus labios, fue un dulce movimiento que rompí después de varios segundos. Admiré su rostro y nuestras miradas se conectaron.

— seremos felices. Haremos esto a nuestro ritmo, con calma y sin miedo. Prometo que estaré ahí para ti, cariño.

— creo en ti, Hoseok.

Volví a besarlo fundiendome enteramente, cada caricia sobre mi piel era tan especial y única, su labios contra los míos y los latidos de dos corazones que convertían en uno; en medio de ellos la puerta se abrió de golpe y me separé asustado.

— Hyungwon, mi CD de... Oh. Por. Dios... — el hermano menor de Hyungwon apareció de la nada, caí a un lado y traté de cubrirme el torso, pero el chico tenía los ojos muy abiertos ya.

— maldita sea, Changkyun ¿cuántas veces voy a decirte de tocar la maldita puerta?

— ¡Mamá, Hyungwon está teniendo sexo con su novio en casa!

— Oh no.

Changkyun salió corriendo de la habitación y yo me volví pequeño de la vergüenza. Hyungwon se levantó furibundo mientras hablaba.

— esta vez voy a matar a ese mocoso virginal, lo juro. — pretendía salir de la habitación corriendo, pero lo detuve.

— espera ¿irás así? — lo pregunté, pero Hyungwon no pareció entendeme. Así que señalé a su entrepierna que sobresalía tan notoriamente. Él se miró y lanzó un grito de frustración antes que nada.

— ¡Changkyun miente!

— ¡no es cierto, Hoseok estaba desnudo sobre ti!

— ¿pero qué cosas dice ese niño? — fruncí el ceño avergonzado por lo que estaría pensando la madrastra de Hyungwon y Hyungwon me miró de arriba a abajo volviendo a besarme.

— es adoptado.

Con eso lo vi corriendo hacia afuera en medio de una algarabía, me quedé mirando el lugar vacío y solté a reírme porque de tantos años de conocer a Hyungwon, jamás lo había visto ser tan feliz y libre.

Él realmente extrañaría esto, pero daría mi todo por qué nuestro hogar fuera así de alegre y dinámico, tanto como a él le gustaba vivir su vida...

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Y fin.

¿Listas para 8:15? Vamos por ello entonces 🤭❤️

11:11 [2WON/HyungWonho] +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora