4.-Películas de princesas

2.8K 219 433
                                    


-¿Lo mordió sobre la marca?.- Preguntó espantado el mexicano, al tener frente a él al pobre Filipino a puto de estirar la pata.

-No lo sé, maldición, ese estúpido.- Dijo mientras le quitaba algo de ropa de encima, o si fiebre empeoraría.

-Canadá, por favor, necesito verlo.- Dijo apenas, tomando su mano con la mínima fuerza, se le notaba lo demacrado y desnutrido que estaba.

-Tranquilo, lo verás.- Dijo apartando la mano del filipino instintivamente con algo de brusquedad, no le gustaba ser tocado por otro Omega, menos estado en celo, era un trauma que le venía de niño, bajó rápidamente las escaleras, en busca de su hermano.

-Tu hermano es un idiota.- Dijo el filipino mirando la habitación, si parecía del estadounidense, con revistas pornográficas sobresaliendo de debajo de la cama, incluso su narcisismo se notaba en la cantidad de objetos de su nación que poseía, desde las banderas, hasta la maldita águila disecada que colgaba sobre su ventana sosteniendo las cortinas, incluso tenía una maqueta a escala de la casa Blanca.

-Lo sé, Canadá irá a buscarlo.- No supo que decir, se sentía mal por el Filipino, pero se sentía más mal por haber pensado por una vez que su hermano había madurado.
Pero ni tiempo hubo de lamentarse, pues a los pocos segundos, el canadiense traía a su hermano de la oreja.-¿Que carajos te dije? Te dije que te cuidarás y que tuvieras cuidado, maldita sea.-

- D-detente.-suplicó el Américano su hermano tenia una fuerza monstruosa.- T-te prometo que para la próxima me cuidare.-lloriqueó a modo de berrinche por qué lo soltara.

-No habrá una próxima vez...- Dijo el mexicano harto de sus lloriqueos de niño mimado.-¿Lo mordiste sobre la marca?.-

-Tal vez... No lo sé.- Miró a otro lado acomodando sus lentes, no podía enfrentar a México.

-¿No lo sabes?.- Por primera vez el filipino habló, en su rostro se veía una cara de enfado.-Canadá, pueden salir, necesitamos arreglar ésto.-Pidió lo más sereno que podía, con la fiebre provocandola punzadas en la cabeza.

-Claro que no, ¡¿Ya te viste?!, Necesitas ir al hospital.- México se negaba a dejar al Omega, jamás había tenido tanto trato con él, pero sentía empatía, sabía lo puto que era su hermano.

-México, solo déjame arreglarlo.- Solo la mirada de desesperación oculta tras una máscara de antipatía que se desmoronaba fue suficiente para que Canadá tomara a su hermano de los codos.

-Vamos, deben arreglar ésto entre ellos.-

-Pero-...-

-México, no irá a ningún lado hasta que no lo enfrente.- Le dijo finalmente, había ocasiones en las que no podía simplemente meterse en asuntos ajenos, por más que él supiera lo que era mejor, eso siempre le había llenado de impotencia al mexicano, quién solo bajó la mirada y salió empujando a Canadá, pero éste no se inmutó, solo salió.

Filipinas por fin pudo respirar un poco, solo miraba al suelo.- ¿Vamos enserio con ésto? Sabes que en el peor de los casos moriré, y si no es así, su marca será sustituida por la tuya, ¿Enfrentarás a China por mi?.- Cuando finalmente levantó la mirada, la visión de USA claramente perturbado y perdido le molestó.

"¿Enserio había sido yo quien lo mordió?¿Cuándo?¿Cómo?¡Imposible!¿Lo hicimos?No puede ser¿Qué haré?" Eran preguntas que no tenían respuesta en ese momento, pensaba en cosas totalmente estúpidas, como desaparecer, pero eso no era justo, sería culpable de un asesinato, si no moría por la mordida era seguro que moría asesinado por China.
Filipinas solo negó desepcionado, había sido estúpido confiar en él, había sido estúpido siquiera haberse metido con alguien como usa.
-Realmente sería mejor que muriera ¿no?.- Rió amargamente y se levantó con las piernas temblorosas.

¡Te veo en la ventana![Rusmex Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora