YoonJin Week 2020

Day #5. Working

Spring Day

Trabajar en una cafetería no era realmente el mejor trabajo, sin embargo, para él si era de esa manera, todo aquello gracias a la amable gente con la que convivía día a día, sus compañeros de trabajo, los clientes, las acogedoras conversaciones y el delicioso aroma a café y comida que había en el pequeño lugar.

La pequeña cafetería, recibía poca clientela, sin embargo, el ambiente era acogedor, sobre todo en aquellas épocas en las que aún se podían sentir los vientos fríos en las afueras.

Cierto día, un nuevo cliente arribo al local, envuelto en varias capas de ropa, viéndose adorable con sus mejillas coloradas y la nariz cual Rodolfo el reno.

SeokJin le observó desde su sitio en el mostrador, sonriendo al ver al hombrecito quitarse capa tras capa de abrigos para poder tomar asiento en la banquita de la mesa.

—¿Es lindo, eh? —preguntó el cliente frente a él, mirando hacia donde SeokJin observaba.

—Si, es lindo —respondió con una sonrisa, observando al muchacho señalar algo en el menú en cuanto le preguntaron que ordenaría.

—Ha pedido un cappuccino y un donut de vainilla, ¿Quieres ir a entregarlo tu? —le preguntó Taehyung, su compañero de trabajo, con una sonrisa pícara.

—¡Que cosas dices, TaeTae! —respondió negando el rubio.

—No creas que no note que estabas mironeando al hombrecito, eh —levantó ambas cejas de manera sugerente.

SeokJin solo negó con una sonrisa, pero su mirada viajo hasta aquella mesa, donde el chico se encontraba enfrascado en una lectura.

—¡Music Time! —canturreó NamJoon, su jefe, desde la cafetera—. Has tu magia, Jinnie.

Dicho aquello, le guiño un ojo a SeokJin, apuntando con la barbilla hacia donde se encontraba el chico que había capturado la atención del trabajador.

Con una sonrisa tímida, SeokJin camino hasta donde él pequeño equipo de música se encontraba, tomo entre sus manos el micrófono y un poco avergonzado ante los vítores y aplausos de la gente comenzó a cantar.

Su voz era dulce y hermosa, logrando que todos en el lugar suspiraran ante su canto, aplaudiendo con gran ánimo cuando hubo terminado.

Pero la sonrisa en el rostro de SeokJin no duró por mucho tiempo, debido a que la única persona que quería le escuchará en aquel lugar, ni siquiera había apartado la vista del libro que se encontraba entre sus manos.

Un suspiro decepcionado abandonó sus labios, hizo una leve reverencia y volvió a su sitio en el mostrador. Taehyung, quién era su mejor amigo, pasó por su lado y le apretó el hombro, animándole, antes de caminar hasta donde el hombrecito se encontraba para entregarle su pedido.

Solo en ese momento, el chico apartó la vista de su libro y le regaló una pequeña sonrisa y un asentimiento a Taehyung a modo de agradecimiento.

Los días y las semanas pasaban y aquel chico volvía cada día sin falta a la cafetería, justo antes de que el «Music time» se llevará a cabo. Y así como pasaron los días y las semanas, SeokJin siguió cantando canciones de amor dirigidas hacia una sola persona en aquella habitación y sin embargo, aquella persona era la única que no le prestaba atención.

Decaído y con el corazón lastimado, SeokJin termino su canción, dejo el micrófono sobre el equipo de sonido y se giró para adentrarse al espacio del mostrador, donde continuaría con su trabajo. Mentiría si dijera que no estaba algo molesto, y es que desde que aquel chico había entrado a aquel lugar, había captado su atención, y sin embargo, nunca le había mirado, le había ignorado durante todas y cada una de sus presentaciones, siempre demasiado concentrado en sus libros, con su computadora o simplemente viendo por el ventanal.