Day #2. Early Childhood

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Juego de niños

El timbre resonó por toda la institución anunciando el fin del día. El pequeño pelinegro le dió una mirada a su pequeño dibujo y sonrió satisfecho, guardo sus crayolas en su pequeña mochila y salió del salón.

Fuera, en el portón del jardín de infantes, su madre ya le esperaba, sin embargo, su mirada busco una cabellera castaña y una sonrisita brillante.

—¡Jinnie! —grito en cuanto le vio, corriendo hasta donde aquel chiquillo de ojitos de caramelo le sonreía.

—¡Yoonnie! —dijo SeokJin en cambio, soltando la mano de su madre para correr donde su amigo—. Te extrañe mucho —puchereo SeokJin, con ojitos acuosos y esnifando su naricita.

—Pero nos vimos en el recreo, Jinnie —respondió el pequeño Yoongi, acariciando la mejilla de su amiguito.

—Aun así —respondió SeokJin, inflando sus mejillas y abultado sus labios—. No me buta que no estemos en el mismo salón.

—A mi tampoco, pero nos vemos mucho tiempo, así que no llores —sonrió intentando tranquilizar a su amiguito—. Mira, para ti —saco su manita de detrás de su espalda y le extendió el dibujo a su amiguito—. Somos tu y yo.

—Es muy bonito, Yoonnie —sonrió SeokJin, extendiendo su manito para tomar la de Yoongi, acercándose al pequeño rostro de su amigo para dejar un pequeño piquito en su mejilla—. Gracias.

Yoongi sonrió, el pequeño besito que SeokJin había dejado sobre su mejilla le había hecho sentir cosquillitas en su pancita, y le gustaba como se sentía eso.

Desde aquel día en la casa del árbol, en el que él y SeokJin habían compartido aquel besito, Yoongi se ponía nervioso cuando su amiguito le dejaba besitos en sus mejillas o sobre sus delgados labiecitos, y hacía poco, había comenzado a sentir unas consquillitas en su pancita, algo extraño, pero se sentía bonito.

Sin soltar la manito de SeokJin, y bajo la atenta mirada de sus madres, ambos chiquillos caminaron por la acera, conversando sobre lo que harían por la tarde y cómo se imaginaban de grandes.

Sus madres, tras de ellos, sonreían al ver a sus pequeños, que tomados de la mano caminaban y conversaban. Ambas estaban encantadas con la amistad de sus pequeños niños y en ocasiones se sorprendían por las interacciones de estos.

—Yoonie, cuando sea garande, g...grande —tartamudeo SeokJin, quién apenas comenzaba a intentar pronunciar bien las palabras "difíciles"—, quiero que sigamos siendo amigos, no quiero que te vayas a ir, Yoonnie.

—Yo no me voy a ir, Jinnie. ¿Por qué dices eso? —preguntó el pequeño.

—Porque unos niños del curso mayor me dijeron que tú me vas a dejar, porque soy un niño muy débil y no soy buen amigo.

—Eso no es verdad, Jinnie. Tú eres mi mejor amigo, y siempre vamos a ser mejores amigos. Mi mami dice que nos ve juntos aún cuando seamos grandes, y yo le creo a mi mami

—Entonces vamos a ser amigos siempre, Yoonnie —SeokJin apretujo un poco la manito de Yoongi, sonriendo a su amigo por las palabras antes dichas y siguiendo con su camino como cualquier día.

Al llegar a su casa, ambas mujeres ingresaron al hogar, dejando a los niños un momento en el patio mientras ellas calentaban la comida para los pequeños.

—¿Jugamos más tarde, Jinnie?

—Si, Yoonnie, jugar...jugaremos más tarde —sonrió SeokJin, asintiendo con su cabecita.

—¿En la casita del árbol?

—Si —volvió a asentir el menor, mirando a los ojitos color chocolate de su amiguito, con una sonrisita cómplice se acercó al pequeño Yoongi y susurro en su oreja—. Y te daré muchos besitos, esposo mío.

Las mejillas de Yoongi se encendieron de un rojo brillante, mientras sonreía avergonzado.

—De acuerdo, esposo mío.

—SeokJinnie, la comida está lista, cariño —se escucho la voy de la madre de SeokJin y al cabo de algunos minutos, la madre de Yoongi también le llamo para que fuera a casa a comer .

—Le pediré a mamá que haga galletas —dijo Yoongi, mirando a los ojitos acaramelados de SeokJin.

—Y yo llevaré la limonada —rio bajito el menor, cubriendo su boquita mientras lo hacía.

—Te veré más tarde entonces, Jinnie.

Yoongi comenzó a caminar hacia su casa, sonriéndole a su amiguito quién también caminaba hacia la suya.

—Te veré más tarde, Yoonnie, en nuestra casita.

Yoongi sonrió aún más grande ante aquello, agitando su manita para despedirse de SeokJin, quién imitó sus acciones.

Ambos pequeños ingresaron a su hogar con sus mejillas rojitas y enormes sonrisas en sus labios.

Y así, por la tarde ambos chiquillos juguetearon una vez más en su casita del árbol, disfrutando de los juegos inocentes que solo podrían disfrutar en su niñez, con besitos inocentes, sonrisitas adorables, mejillas regordetas y toda la inocencia que solo la niñez temprana les otorgaba.

★★★

Bueno mis amores, aquí está el segundo OS con temática infantil. He de decir que narrar al YoonJin de pequeñitos me pone tan soft 🥺

Este OS está relacionado a mí historia "Juego de niños", espero les haya gustado 💕

Puede que esté algo cortito, pero bueno, es solo un flashaso de algo que sucedio después del primer beso de los niños en la historia original y, eso 😅💕

Les amito mucho y les mando muchos besitos cariñositos 😘 cuidense mucho, no salgan a la calle si no es necesario y tomen mucha agüita 💗

✿Kim☆Palomita✿

YoonJin Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora