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—¿ME PUEDES EXPLICAR qué es lo que vi?
Scott me estaba siguiendo dentro de la escuela. No sé por qué pensé que él se rendiría y me dejaría en paz. Solo tuve un momento de paz cuando logré entrar a una clase. Lamentablemente, él me esperó cuando esta terminó y ahora no me dejaba en paz, otra vez.
No quería conversar con él sobre Isaac, ya sabía todo lo que él quería decirme.
—No —contesté irritada.
—¡Mia! —me llamó. Al menos se había dado cuenta de que yo no quería hablar con él, es decir, luego de esquivarlo mil veces, tenía que percatarse de ello.
—¡Scott! —dije con el mismo tono de voz que él había usado.
—¡Mia!
—¡Scott!
—¡Mia!
—¡Burro! —gritó Greenberg, estaba a un lado, en su casillero y ni Scott ni yo nos habíamos dado cuenta de su presencia—. Es una referencia a... olvídenlo.
Aproveché la distracción para irme, pero Scott obviamente me siguió. Estaba a punto de llegar a mi siguiente clase cuando Scott me tomó del brazo y me arrastró hasta un salón vacío. Cerró la puerta detrás de él y bloqueó la salida. Bueno, estaba acorralada por mi propio Alfa.
