Día de playa

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Después de dar a conocer que el proposito de el viaje se ha cumplido cada quien se fue por su lado, tenían mucho tiempo para hacer lo que se les antoje, algunos prefirieron ir al mar a broncearse o a jugar en el agua, otros se la pasaban horas en el restautante, mientras que otra parte del grupo decidió ir a recorrer algunos locales cercanos

-¿puedo ir al mar?

-no

-¿puedo ir al mar?

-NO

-¿PUEDO IR AL MAR? -

-QUE NO -grito furioso el venezolano- Ecuador ya te dijimos que no puede ir, no te dejaremos ir solo, la ultima vez que te dejamos casi te ahogas, y fue en una piscina así que te esperas a que Colo o yo nos desocupemos un poco

-porfiiiiis -suplico el de escudo a el de estrellas

-Ecuador, N O

-Ecuador, SÍ -dijo alegre

-a ver, si consigues a alguien responsable con quien ir en menos de cinco minutos te dejo

-esta bien, gracias Vene

Ecuador paso de cabaña en cabaña preguntando y pues ni le fue tan bien, Cuba le cerró la puerta en la cara diciéndole que tenia cosas que hacer, le pareció raro, no estaba solo, paso por donde su hermana, ya tenia planes con El Salvador, fue donde el paraguayo, no quería salir, prefería ir de compras, pero el ecuatoriano quería agua, fue donde el peruano y gustoso acepto, rápidamente fue donde su hermano para decirle que ya tenia al peruano

-No -fue directo

-¿Qué? ¿Pero por qué? -dijo confundido

-la ultima vez que los deje a ambos solos tuve que ir a sacarlos de la cárcel -dijo con total seriedad

-pero no es que vayamos a asaltar barcos -dijo excusando el peruano

-son capaces, ya tiene la respuesta

-si consigo a alguien más, ¿me dejas ir? 

-tal ves, pero más vale que sea alguien más responsable, no quiero que ambos se ahoguen -dijo cruzándose de brazos

-bien, vamos Perú -dijo tomándole de la mano sacando le hacia afuera

-¿A quien más vas a invitar? -preguntó algo dudoso el bicolor

-A Arge, se que él y Vene se llevan bien además ya pregunte a la mayoría así que ya se quienes me van a decir que no, y recuerdo que a él no le pregunte -dijo llegando al frente de la puerta del susodicho

-Hola Ecu ¿Te ayudo en algo? -dijo el argentino en ropa veraniega

-¿quieres venir conmigo al mar? -dijo dejando le un momento en silencio, esta era su oportunidad

-Claro, con gusto

-¡bien! Ahora si Vene me va a dejar ir

-no saludas, que no te enseñaron modales -dijo el peruano con una sonrisa al ver la decepción del argentino

El ecuatoriano estaba que saltaba de la felicidad mientras iba a la mojada arena, sus dos acompañantes se peleaban a cada distracción de más bajo, se instalaron en una zona muy agradable

-vamos, vamos, VAMOS -decía emocionado

-hey, tranquilo, ponte protector solar, no nades lejos, ten mucho cuidado -dijo Argentina posando las cosas sobre unas toallas

-ya pareces Vene, vamos diviértete -dicho esto salio corriendo hacia el agua- vengan, vengan, vengan

Ambos siguieron al ecuatoriano al agua, las olas no eran muy altas por lo que era perfecto, el tricolor se metió al agua con su sombrero ¿para qué? (Es una herramienta secreta que nos ayudara más tarde)

Pasaron las horas y la noche estaba cayendo y con ello la marea subía Argentina estaba ocupado tratando de ahogar al peruano que no se dio cuenta de la ausencia del menor

-oye ¿y Ecuador? -preguntó el peruano al no verlo por ningún lado

-él estaba ahí hace algunos momentos

Ambos buscaron con la mirada hasta que vieron el sombrero del ecuatoriano flotando, su cara de horror de ambos fue para película de terror, preocupados de que algo le había pasado comenzaron a bucear pero inútilmente lo encontraban, solo se imaginaban la cara del venezolano antes de aniquilarlos

-¿preparado? -hablo el argentino al peruano

-moriremos de la forma más macha posible 

-en el camino se estaban preparando mentalmente para decirle, ya estando frente a la puerta me miraron y tocaron, cada sonido del interior de la cabaña los ponía más nervioso

-¿Qué se les ofrece? -preguntó el Colombiano, suerte era él pero no quitaba el hecho que se trataba de su hermano menor

-Hola Colo -se escucho su voz atrás del argentino y peruano que lo veían con cara de confusión- fui a por una piña que estaban vendiendo

Los dos acompañantes estaban casi al borde del llanto, abrazaron al menor haciendo la de interrogatorio mientras que el ecuatoriano estaba mirándolo extrañado por su actitud, le entregaron su sombrero y se marcharon aun con el corazón a mil por hora

-la próxima fíjate bien -reclamo Perú algo enojado

-¿y por qué solo yo? tú también estabas ahí -dijo el argentino entrando a su cabaña



🇦🇷Mi pequeño angel🇪🇨 (ArgEcu) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora