Un día común

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Argentina seguía en ese estado, el ecuatoriano no pudo reunirse con él, sus hermanos se habían peleado, de nuevo, le dijo que mañana, que esta vez es seguro, acepto, pero tendría que estar en su casa más tiempo

Escuchó que llamaban a la puerta, pero decidió ignorarlo, pero la persona seguía insistiendo

-sea quien sea que esté afuera, váyase -dijo con una voz gruesa, el sonido lo irritaba mucho

- ni a mi me vas a abrir -reconoció a esa voz y fue a abrir la puerta

-hola México, que necesitas? -el mexicano se sorprendió por la apariencia del argentino, estaba muy demacrado

-que carajos te paso!? -preguntó el amante de los tacos

-nada -dijo entrando de nuevo, agarró una botella y se la ofreció- toma

-no gracias -aunque si quisiera, al verlo así, algo le dijo que estaba mal- wey, ya me entere lo que pasó, Chile me lo contó todo -ese nombre lo hizo sentirse más devastado

-Y qué quieres que haga, que vaya y lo felicité por lo que me hizo, perfecto -dijo con total sarcasmo, no quería saber nada de él, no quería verlo ni en pintura

-No me refiero a eso -sostuvo al argentino por los hombros- solo vine aquí porque sabía cómo te ibas a poner, te conozco Arge, sabes que tienes mi apoyo en todo -por lo dicho al albiceleste se le comenzó a nublar la vista, no quería llorar pero eso se volvió algo incontrolable

México al verlo así, se acercó en un abrazo, Argentina comenzó a llorar (de nuevo), el mexicano no toleraba verlo así, le causaba un rencor hacia el chileno, pero de cierto modo tampoco puede odiarlo, él también es su amigo

Pasaron minutos, los ojos argentinos estaban hinchados, sus ojeras le daban un aspecto escalofriante,

-quieres algo de tomar? -ofreció Argentina a su invitado mientras se levantaba hacía la cocina, esto extraño al contrario ya que el amante del mate estaba sonriendo, por un momento pensó que era solo bipolaridad, pero no es así

-emm... un jugo esta bien -se apresuró a contestar, tiempo después Argentina se acercó con una bandeja, pero solo tenia un sandwich y un jugo- y tu no querrás comer?

-no tengo apetito, gracias, además tú eres mi invitado -sonrió amablemente- ¿Quieres ver una película? -propuso -si puedes, para pasar el rato

-claro carnalito, cual propones? -aceptó la oferta

-mmm... quieres una de terror? -dijo el argentino imitando a un monstruo

-dale, na más que me haga asustar, soy muy difícil al momento de espantarme -dijo con total orgullo

-jaja entonces si te hago asustar, me debes un favor, el que yo quiera, y si yo pierdo haré lo que tu pidas, veamos esta, se llama *inserte nombre de la película que más horror les ha causado* -miró desafiante al mexicano

-jalo, veamos quien grita primero, conociendo lo princesita que eres de seguro yo gano -contraatacó divertido México

-Ah, quieres que me ponga rudo eh -inicio la película, al principio era lo de siempre, los protagonista siempre van a la boca del lobo

Estaban hipnotizados por cada segundo que pasaba, el argentino se le ocurrió una idea, como ya había visto la película sabía exactamente en qué momento se viene lo bueno, dijo que iría al baño, entonces agarró una sábana y se la puso en el cuerpo, se desarreglo el cabello, aparentaba ser un loco sin cura, se acercó lentamente y...

-México... -hizo su voz más gruesa de lo que podía

-ahhh la chingada madre -se sobresaltó y retirándose rápidamente, como acto de reflejo, cogió la bandeja y le golpeó la cabeza

-auch!!! -se quejo el argentino sobandose donde había caído el golpe- seras pelotudo, soy yo -dijo quejándose y molesto

-a perdón compa, pos no sabía, y pues uno tiene que estar preparado -se acerco al argentino pero este comenzó a reír

-jaja, yo gané, me debes un favoor -dijo divertido, México se molestó ya que no tenía planeado perder, pero ver a su amigo feliz lo hizo sentir bien

-esta bien, que quieres que haga?

-mmm... no sé, qué tal si, en la próxima semana me tendrás que traer distintos dulces, y no acepto un no, estos no se tienen que repetir, así me aseguraré de que no compres una caja y me de uno por uno, entendido? -dijo Argentina imaginando todos los dulces posibles, él era un fanático de estos

-esta bien -suspiro pesadamente- pero me tendrás que compartir eh

-jajaja, lo que usted pida -rió al verlo así- ahora que quieres hacer? -pregunto curioso

-mmm... ya mismo es hora de la merienda, quieres hacer algo en especial? -preguntó, el argentino se quedó pensando

-ya sé! Hagamos tu especialidad -México se quedó curioso por lo que iba a decir- me dio ganas de tus famosos tacos -el contrario sonrió ampliamente

-esta bien, vas a probar los mejores tacos -sonrió orgulloso- voy a comprar los ingredientes y vuelvo

Al salir Argentina de nuevo se quedó en silencio, para matar el tiempo decidió arreglar un poco. Pasaron los minutos y el mexicano regresó y se puso a hacer, el amante del mate lo miraba como el mexicano hacia las cosas rápidas y con delicadeza

-listo! -el olor ya estaba presente en la cocina y abrió el apetito del argentino

-bien, se ven espectaculares -Argentina ya se estaba saboreando

-claro, aquí presente el mejor chef del mundo -se señaló a si mismo triunfante- bueno, buen provecho

Ambos pasaron el resto de la noche haciendo cualquier cosa para divertirse, pero no todo dura, México tenía que irse, esto en cierto modo hizo el el argentino decayera

-bueno Arge, nos vemos luego, cuidate -se despidió el mexicano

-adiós Mex -el mencionado se alejó hasta perderse

Entro de nuevo a su casa y decidió dormir, la tarde que tuvo con el mexicano lo había cansado bastante pero lo habia distraído por un momento

🇦🇷Mi pequeño angel🇪🇨 (ArgEcu) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora