Tras media hora Raquel cogió fuerzas y se dirigió a casa, allí se encontró con Sergio jugando al monopoly con su hija, se veía tan tierno, pero no podía dejar de pensar en lo de Angel, no podia ser posible que ese hombre tímido y perfeccionista tuviese antecedentes por trafico de drogas.
Nada mas verla paula se tiro a sus brazos y Sergio se levanto dispuesto a besarla.-Hola cariño, has echo los deberes?
-Si mami Sergio me ha ayudado!
Sergio avanzo y le planto un beso en los labios pero algo raro había, ella no le correspondió, se limito a juntar los labios y ya.
-Sergio, nos podemos ir a tu casa por favor.
-Mm claro cariño vamos... pasa algo?
-Tu solo llévame a tu casa.
Se subieron a la moto como era habitual pero Raquel no le abrazo por la cintura, sino que se cogió por la parte de detrás del asiento.
Sergio sabia que pasaba algo, estaba preocupado así que tomo el camino mas rápido camino a su casa.
Al fin llegaron casi sin compartir palabra, parecía que Raquel estaba fuera de si, no se atrevía ni a mirarle a los ojos. Se sentaron en el sofá.-Raquel, cariño que te pasa?
-Quien eres Sergio, quien coño eres!?
Sergio notó en los ojos de Raquel dolor, rabia y decepción ahí fue cuando decidió contarle la verdad.
-Lo sabes?
-SI QUE LO SE! ¡Lo que no se es quien eres!
-Raquel déjame explicarme por favor.
-No Sergio, sabiendo todo lo que he sufrido porque me haces esto
-Raquel, escúchame!
Todo paso hace 5 años, yo tenia una mujer y un hijo, los dos eran los amores de mi vida, lo eran todo para mi, hasta que por culpa de mi hermano yo acabe pagando la parte mas cara.Raquel en ese momento se sintió culpable de haberle sacado el tema así.
-Sergio... no tienes q contármelo ahora, podemos esperar un poco.
-Necesito hacerlo Raquel.
-Mi hermano estaba metido en un lió de drogas, y yo no le podía dejar solo sabes, el me apoyo siempre, así que empeze a pasar drogas junto a él, hiba a ser solo algunos dias mientras mi hermano intentaba salir de ahí, pero caí en una trampa.
Raquel se fijo en que las lagrimas caían por su mejilla asi que las limpio con la mano y siguió escuchando mientras acariciaba la nuca de Sergio.
-Me robaron toda la mercancia y me echaron la culpa a mi, asi que decidieron darme donde mas me dolia, mi familia. Mando colocar explosivos en el coche de mi mujer y...
Sergio le costaba respirar, estaba llorando demasiado, le dolia mucho contarle esto a alguien, era la primera vez que lo hacia.
-shh tranquilo Sergio respira
-y, los mataron... los mataron a sangre fria...
-Ven anda, necesitas llorar.
Sergio acurruco su cabeza en el hombro de Raquel y empezo a llorar descontroladamente, nunca habia podido descargarse, todo su alrededor se alejo de el, dejandolo solo en el abismo.
Raquel cogio la cara de Sergio entre sus manos.-Lo siento, lo siento muchisimo... no tendria que haber echo nada, siento que me lo hayas tenido que contar por la fuerza
-No Raquel, te lo queria contar cuanto antes para que no pasase esto mismo pero nunca encontre el momento.
-Vale. Shh ya esta, ya esta, Sergio mirame a los ojos, estoy contigo, no te dejare solo nunca, quiero que confies en mi, que juntos superaremos esto.
-Gracia Raquel, enserio muchas gracias.
Sergio aun tenia la respiracion alterada, asi que Raquel le dijo que se fuera a descansar.
Eran las 22:00 de la noche, Raquel entro en la habitacion y vio a Sergio ahi placidamente dormido, por un momento penso en todo lo que le habia pasado y sintio mucha lastima, se sentia culpable de haber desconfiado en el con el tema de las drogas, en ese instante se dio cuenta de que lo amaba y se habia enamorado de el.
-Sergio, cariño...
-Lo siento Raquel, siento no habertelo contado antes
-No, no tendria que haber desconfiado de ti
Raquel se tumbo con el en la cama plantandole un beso sensual.
-Raquel te necesito conmigo.
La recostó en la cama, y comienza a desvestirse poco a poco, admirando cada parte de su cuerpo que lo volvía loco. besó el arco de cuello mientras raquel soltaba pequeños gemidos de placer, bajó por su pecho desnudo, besaba su esternón mientras que con sus dos manos sostenía sus pechos, los acariciaba, los besaba, y los succionaba. Sergio sabía lo mucho que Raquel disfrutaba del juego previo, en esta ocasión se tomó todo el tiempo del mundo. Una vez que tenía a su mujer totalmente desnuda, él comenzó a desvestirse para ella, quedándose únicamente con los bóxeres que evidentemente le apretaban por su erección y continuó el camino que había estado trazando con besos en dirección hacia su sexo. Cuando llegó a la zona del vientre, ahí se detuvo y repartió una generosa cantidad de besos tiernos. Comenzó a acariciar la entrepierna de su mujer con el dedo corazón y anular, haciendo pequeños círculos por encima de su clítoris, pudo sentir que ya estaba húmeda. Sergio se puso encima de ella mientras seguía manteniendo a su mano derecha ocupada. Le encantaba ver el deseo en los ojos de Raquel y como se veía obligada a cerrarlos por el placer que le brindaban sus caricias.
Raquel soltó un gemido ahogado de placer. Si algo era cierto es que el era un hombre muy hábil con sus manos, siempre sabía donde tocarla para hacerla perder el control. Sergio prosiguió con el juego entre sus dedos, haciendo movimientos circulares para tocar su punto g, sabía que así haría que se corriese. Se detuvo abruptamente y pasó su mano completamente por su torso para después poner su boca a la altura de su sexo. Comenzó a besar la parte interior de sus muslos, dando pequeñas mordidas mientras veía como Raquel arqueaba su espalda y apenas podía gesticular palabra alguna a la vez que, con sus manos, apretaba las sábanas y las almohadas por el placer que sentía.
Sergio hundió su boca en su humedad, haciendo que ella soltara un fuerte grito de placer que probablemente aquellos que cruzaban el pasillo del edificio pudieron escuchar. Ella tiraba de su pelo.
-¡Sergio, me voy a correr!
Esas palabras solo hicieron que él aumentara la intensidad de los movimientos de su lengua y succiones. Podía percibir lo excitada que estaba por el calor que sentía al estar entre sus piernas.Raquel se colocó encima de él, mientras seguían con esos movimientos juguetones de roces hasta que de un solo movimiento Sergio se encontraba adentro de ella. Él solo pudo soltar un quejido ahogado y cerrar los ojos. Su mayor debilidad era cuando Raquel elegía esa posición, pues tenía una suculenta forma de mover sus caderas de manera que podía sentir lo caliente de su interior y el roce de sus paredes.
Apoyar sus manos en el abdomen de Sergio le dio más equilibrio para seguir bajando y subiendo en su miembro. La atmósfera estaba inundada de un aroma a sexo, a sudor.
-Joder, Raquel, te quiero.
-Ven, acuéstate a un lado mío.
Raquel se acomodó de forma que le daba la espalda a Sergio y en la misma se volvió a hundir en ella, embestida tras embestida mientras agarraba sus pechos. Bajaba el ritmo, luego lo volvía a aumentar de modo que la Inspectora ya estaba al borde del precipicio junto con él. El estaba tan cerca de la oreja de Raquel que ella podía escuchar sus gemidos como nunca y le parecieron de lo más excitante.
-Raquel, no puedo más, me voy a correr-susurro en su oído.
Y en una última embestida ambos explotaron juntos. Estaban llenos de sudor tanto de uno como del otro, jadeaban en busca de un respiro. Sergio colocó su cara en el espacio entre el cuello y el hombro de ella, la abrazo por detrás con todas sus fuerzas y entrelazó sus piernas con las suyas, aún podía sentir el calor de su culo en la erección que estaba desapareciendo.
Allí abrazados se durmieron juntos.
ESTÁS LEYENDO
Prometo no fallarte
FanfictionDos almas partidas, dos corazones destrozados, un amor verdadero.