Día 3: Cuarentena

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Salen, gozan, comen y se divierten. No obstante, yo me quedo aquí en casa, sola. Se mofan de todos y de todo. Sin embargo, no serán los últimos en reírse, aunque ahora se ríen, brincan, bailan y caminan por las calles como si nada su felicidad durará poco porque luego estarán llorando, implorando, orando, arrastrándose y pidiendo ayuda pero ¿quién los escuchará? Nadie podrá escuchar los y tampoco querrán hacerlo. Pudiste ayer pero ya no puedes hoy. Aunque nunca es muy tarde hoy ya es muy tarde, y ya no se puede retroceder. Abandona porque nadie te ayudará, porque nadie estará ahí para ti, porque ahora eso es problema tuyo y porque tú ya debías de estar al tanto de las consecuencias.

Diario de mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora