VII.

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Abre los ojos y escucha a tu alrededor;

Estás muerto.

Pero no te preocupes... Ves, estoy aquí contigo.

Siéntete bienvenido al infierno.
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Al abrir los ojos, Jongin sabía que no estaría más en la Tierra.

Parpadeó un par de veces, acostumbrándose a la oscuridad que envolvía el lugar, antes de forzar la columna para sentarse. Algunas sombras parecía que se deslizaban por el lugar en el que estaba y una bruma tenue lo cubría todo envolviéndolo, impidiéndole ver más allá de algunos metros a su alrededor. Había un portal delante suya y el chico dedujo que era la entrada al infierno.

Jongin se apoyó en sus piernas y se levantó con dificultad, mareándose un poco. Su cuerpo estaba cubierto por una vestimenta beige y sin mangas, el traje le llegaba casi a la altura de los tobillos y sus pies estaban descalzos. El suelo seco lastimaba las plantas de sus pies mientras el chico caminaba en dirección al portal. El joven extendió su brazo y sintió cómo se sumergía entre esa bruma espesa, mezclada con las tinieblas, que cubrían la parte de dentro del portal.

Jongin suspiró profundamente y cerró los ojos antes de comenzar a caminar, con pasos rápidos, en dirección a lo que parecía la nada.

La nada se volvió todo cuando Jongin abrió los ojos. Kyungsoo estaba ahí, esperándole.

Una barca con un montón de personas vistiendo lo misma ropa que Jongin se encontraba tras el demonio de cabellos negros. Kyungsoo mantenía una pequeña sonrisa mientras Jongin se acercaba con pasos rápidos.

-Has tardado más de lo que me había imaginado -dijo Kyungsoo ensanchando su sonrisa mientras el alto se acercó.

Jongin sintió necesidad de abrazar al demonio, pero se contuvo. El humano suspiró antes de morderse el labio inferior, pensando en cómo preguntarle al demonio si había arreglado su habitación y su cuerpo antes de volver al Infierno, pero Kyungsoo parecía haberle leído el pensamiento.

-Todo está bien allá arriba, Jongin. Tu familia está bien -dijo el grimorio con una sonrisa sincera en los labios.

Un silencio incómodo los envolvió mientras Jongin evitaba mirar a los ojos al más bajo. Ahora que se había parado a pensar lo que había sucedido entre ellos, sentía un poco de vergüenza.

-¡El barco va a zarpar! -gritó Caronte dentro del barco, ya con el remo en las manos.

El humano miró asustado al barquero y comenzó a andar en dirección a la orilla del río, aproximándose a la barca, pero sus pasos terminaron cuando su mano fue agarrada con fuerza por el demonio más bajo que él.

-Necesitas saber una cosa, Jongin... Existen tres opciones para vivir aquí en el infierno- dijo Kyungsoo con voz baja, mientras atraía al humano más cerca de él-. Puedes no subir a la barca y quedarte aquí en el anteinfierno, donde jamás serás molestado, pero vagarás eternamente, con la compañía de aquellos que decidieran no entrar definitivamente en el submundo... O puedes venir conmigo hasta el Segundo Círculo y encontrarte con Minos, el juez del Infierno, que te encaminará hacia el Círculo Infernal al que deberás ir, dependiendo de los pecados que cometieras en vida.

Kyungsoo paró de hablar para suspirar y Jongin apretó sus dedos alrededor de la mano del menor.

-¿Y la tercera opción es...? -el más alto murmuró ronco, notando su garganta seca.

[#1] ꧁☬ (KAISOO) ☬꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora