IV.

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- ¿Te echo una mano?

Jongin gritó tan alto,de pavor y miedo que seguro que el barrio entero lo había oído. El joven se sentó rápidamente en la cama y miró para los lados, sin ver nada en la oscuridad.

¿De verdad había oído un susurro en su habitación o sería su imaginación?

-Jonginnie... No me digas que tienes miedo -la voz suave murmuró otra vez y las luces del candelabro del cuarto de Jongin se encendieron como por arte de magia.

La iluminación era mala, pero ahora el joven podía ver quien estaba parado en medio de su habitación. El demonio vestía de negro y sonreía hacia el humano.

-¿Ky...Kyungsoo? -murmuró Jongin, pestañeando deprisa y apretando la sábana entre sus dedos, escondiendo la mitad de su cuerpo.

-No tienes que gritar tan alto, Jonginnie... -murmuró el demonio haciendo una pequeña mueca al ver la habitación del niño.

-¿Lo escuchó alguien? -la puerta continuaba cerrada, pero el adolescente no sabía si debía mirar para Kyungsoo o proteger la entrada de su habitación.

Jongin, en realidad, estaba muy confuso (y excitado).

-No te preocupes, están todos dormidos y continuarán así hasta que me vaya...

Los dos se hundieron en el silencio y se miraron durante unos segundos. Jongin seguía sentado en la cama y Kyungsoo estaba todavía de pie. Ninguno de los dos sabía exactamente lo qué debía hacer.

-¿Estás aquí, verdad? -murmuró Jongin, todavía sin saber que expresión mostrar.

-Sí, te prometí que vendría... Lo prometí ¿no, Jonginnie? -dijo Kyungsoo sonriendo, acercándose a la cama del adolescente.

El problema era que Jongin todavía se sentía extraño y él no pretendía salir de debajo de la seguridad de sus sábanas, que escondían su motivo de vergüenza. Kyungsoo se sentó al borde de la cama y el humano sintió un vuelco en su corazón.

- Me has asustado... - murmuró Jongin y recibió una carcajada como respuesta.

-También, estabas ocupado y no podía dejar escapar esta oportunidad... - el demonio tenía una sonrisa maliciosa en sus labios y la mitad de su rostro estaba cubierta por las tinieblas que dominaban casi toda la habitación.

-¿O...ocupado? ¿Qué quieres decir con eso? ¡No estaba haciendo nada! -sus mejillas estaban tan calientes que Jongin tenía la certeza de que estaba colorado.

Se estaba sintiendo muy estúpido, la verdad.

-Ah, ¿quieres que diga lo que estabas haciendo? Te estabas tocan...

-¡No! -gritó Jongin, levantando las manos extendidas en señal de desesperación.

Kyungsoo comenzó a reírse.

El corazón de Jongin estaba comenzando a calmarse, pero sus mejillas continuaban calientes.

El demonio realmente estaba ahí hablando con él, y el adolescente sólo conseguía pensar en lo vergonzoso que había sido que Kyungsoo le viera. ¿Por qué el demonio tenía que aparecer justo la primera vez que se tocaba?

-Dime, Jonginnie... ¿En quién estabas pensando? -preguntó el demonio ante de lamer sus labios lentamente.

-¡En nadie! -mintió Jongin, gritando, y su voz subió algunos decibelios por el nerviosismo- . Y no me llames así... ¡Es un apodo demasiado infantil!

-Pero pega contigo... -murmuró Kyungsoo con falsa tristeza antes de volver a mostrar una pequeña sonrisa en sus labios- . Venga, cuéntame... ¿estabas pensando en alguna amiga?

[#1] ꧁☬ (KAISOO) ☬꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora