T R O I S

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Dos semanas habían pasado desde que NamJoon comenzó su trabajo en Jamais Vu, las cuales habían estado llenas de mucho protocolo y logística para los eventos que se aproximaban en las próximas semanas, cosa que el rubio no entendía muy bien del todo pero aún así ayudaba en lo que podía.

—¿Está listo el salón de juntas?— preguntó el mayor.

—Si, también cite a Mark y a JaeHwan como lo pediste— contestó Byul mientras escribía algo en el computador sin dejar de sonreír.

—Muchas gracias Byul-ah, JiMinnie— el mencionado levantó su cabeza mirando al mayor, haciendo todo lo posible por ignorar la presencia del moreno que se encontraba a su lado a la espera de una nueva tarea—¿Hiciste lo que te pedí?

—Sí hyung, justo lo tengo aquí— sonrió con orgullo. Dando un salto para bajar del banco donde estaba sentado, caminó hasta el mayor alzando su libreta —Aquí están ambos diseños, ¿Qué te parecen?

—Increíbles JiMinnie— felicitó el mayor —La reunión será dentro de media hora.

—Esta bien hyung

—Iré a terminar la agenda y las propuestas a mi oficina, Byul-ah puedes avisarme cuando lleguen los novios— preguntó a lo que la castaña asintió —Muchas gracias, NamJoon— el rubio se levantó sonriendo —Lleva las mesas y sillas al salón principal por favor, tiene que estar ordenado todo para el evento de mañana, en un rato vendrán Taehyung y JungKook a ayudarte.

—No se preocupe hyung, yo lo hago.

—Bien, creo que es todo así que me retiro.

Todos hicieron una pequeña venida mirando al mayor alejarse. ByulYi se sumergió nuevamente detrás de su computador ignorando la presencia del par restante, Nam le regaló una pequeña sonrisa al pelirrosa quien solamente entornó los ojos y caminó hasta donde estaba sentado antes para darle los últimos toques a sus diseños.

No era nada fácil lidiar con un JiMin enojado.

El mayor suspiro rendido, habían sido dos semanas muy difíciles tratando de entablar aunque sea una relación laboral, pero era imposible gracias a que era ignorado olímpicamente por el más bajo.

Él solamente quiere ser su amigo y su pecado es ser un poco torpe.

Resignándose se dispuso a comenzar con su trabajo, dándole una última mirada a JiMin, poniendo demasiada atención en sus mejillas algo regordetas y sonrojadas, en sus labios rojos y abultados que se fruncían gracias a la concentración que ponía en lo que sea que estaba garabateando en su libreta.

Labios rojos que parecían dos cerezas brillantes.

Unas voces estruendosas lo sacaron de su ensoñación, mirando un poco asustado a la entrada del local su rostro contenía tanta confusión, sobre todo porque parecía él único que se percataba de aquella extraña presencia.

—¡Park JiMin!

El pelirrosa dio un salto en su asiento, abriendo sus ojos con sorpresa cuando un cuerpo más grande que el suyo impactó, desestabilizándolo cuando fue abrazado con fuerza.

—¡Estás tan precioso como la última vez que te ví!— el pelirrosa frunció su ceño, buscando la mejor manera de respirar entre el asfixiante abrazo, NamJoon miraba todo desde la lejanía, un poco perdido.

—Pero sólo han pasado dos meses, hyung— contestó JiMin con dificultad.

—¡Oye gato! ¡Aleja tus garras de mi Mimi!

—ChaeYoung quítame a tu jefe de encima, me está asfixiando.

Nam abrió sus ojos con sorpresa cuando vio entrar a una chica de cabellos rojos, que, a pesar de estar dentro del salón comenzando con su trabajo, noto lo similar que era esta chica con JiMin.

Feminine.         »NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora