Sentía su mirada cada noche, yo me ponía en la ventana para mirar al lago con la luna y las montañas, pero siempre entre los arbustos veía sus ojos avellana brillosos que me encantaba pero a la vez me asustaban, era lógico, vivir en el medio del bos...
- ¡Mami! ¡Mami! ¡Hay un cuco afuera! - hable corriendo hasta ella y abrazarla por atrás.
- cariño ya te dije que los cucos no existen - se dió la vuelta y me alzó.
- pero mis compañeros del jardín dicen que sí - me abracé a ella.
- ¿por qué le tienes miedo? Si tú eres fuerte, valiente y especial, tu puedes con todo mi niña - hablo mientras me acariciaba la mejilla. - tu puedes con todo, ¿Entendido? - yo asentí. Ella me bajó - bien, ve a llamar a tu padre para comer - yo solo asentí de nuevo y corrí a la oficina de papá.
- ¡papi! Dice mamá que vallamos a comer - hable acercándome a su escritorio donde él estaba haciendo unos papeles.
- ¡hola mi niña! Ya voy, espera que terminó de firmar estos - habló con la mirada en los papeles.
- ¡a qué no sabes que ví! - está vez el levantó la mirada.
- ¿otra vez al cuco? - pregunto con una ceja alzada.
- ¡si! ¡Daba mucho miedo! - dije asustada.
Él solo río, el siempre me dice lo que me acaba de decir mamá, así que ya no hace falta que me lo diga de vuelta. Se levantó y vino hacía mí alzandome y empezando a correr por el pasillo de la casa mientras los dos reíamos, es el mejor. Cuando llegamos e íbamos a agarrar un pedazo de pan mamá nos dijo la típica frase.
- ¡ah ah! ¡No no! A lavarse las manos los dos - señaló con el cucharón de cosina el baño, los dos asentimos y nos dirigimos al baño, cuando terminamos volvimos a la cosina dónde nos esperaba una buena cena.
- mmm ¿Que te parece t/n? ¿Lo devoramos? - alentó mi padre y yo asentí con una sonrisa, nosotros dos somos los que más comemos en esta familia de 3.
Cenamos, limpiamos y me acompañaron a mi habitación, para darme las buenas noches.
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Una vez llegamos a está me acosté y ellos me arroparon, me dieron un beso cada uno en mi frente y me dijeron.
- dulces sueños hija.
Fuí serrando mis ojos lentamente hasta quedar dormida. Luego de unas horas me desperté al escuchar gente hablar fuera de la casa, me levanté de la cama y me acerque a la ventana, podía ver a mis padres hablar con otros señores, me quedé un rato mirando hasta que me aburrí y me fuí a dormir otra vez.
Mientras tanto los padres de t/n afuera:
- creo que nuestro hijo ah encontrado a su futura prometida señor y señora Lee y ya sabemos de quién estamos hablando - hablo la señora que estaba enfrente de ellos con su marido, ellos son el rey y la reina del clan "Jeon" esté es un clan muy poderoso ya que es el más grande de todos.
- ya lo veremos señora Jeon, nuestra niña t/n todavía no a presentado ningún comportamiento de querer acercarse a su hijo.
- solo esperen a qué sean más grandes y lo veremos - hablo ahora el padre de t/n.
- está bien, pero volveremos luego del primer celo de nuestro hijo haber que pasa - los cuatro asintieron, los Jeon se fueron y los Lee se metieron a su casa.
Ya adentro de la casa la señora Lee habló.
- ¡si eso niño le hace algo a mi niña le arrancaré sus pelotas!.
- tranquila, sabíamos que ésto algún día pasaría.
- pero ¿con el heredero del clan Jeon? Pobre mi niña, lo que tendrá que aguantar.
- ven, ya vamos a acostarnos que es tarde. - y se fueron a su habitación.
