Se suponía que nadie debía saberlo.
Se suponía que nadie se enteraría.
No se suponía que fuera así.
Se supone que la relación de Itachi y Shisui era un secreto. Nadie estaba destinado a averiguarlo, porque Itachi sabía que las consecuencias serían d...
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Capítulo 4 . La tensión se construye. Cataratas de Itachi.
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Itachi se preguntó vagamente cuánto tiempo planeaba Fugaku hacerle la ley del hielo.
Ya habían pasado dos días. Incluso Sasuke había captado el hecho de que algo no estaba bien entre su hermano y su padre, y parecía frustrado de que nadie quisiera darle una razón.
-¿Por qué Nii-san y mi padre no se hablan?-le preguntó a Mikoto en el desayuno tres días después. -Nadie en esta familia habla más.
-Es complicado. -respondió ella, terminando de empacar a Sasuke un bento para llevar a la Academia.
-¿Qué tan complicado puede ser?
-Te lo diré cuando seas mayor.
Sasuke hizo un puchero. -¿Por qué nadie me dice nada ahora?
Itachi entró silenciosamente en la habitación, completamente vestido con su ropa de Anbu.
-Nii-san. -dijo Sasuke con entusiasmo. -Madre no me dirá por qué no estás hablando con papá. ¿Tú puedes decirme?
-No puedo, Sasuke. Lo siento.-Itachi lo sacudió de manera bastante inusual. -Tengo que irme.
-Buena suerte con tu misión. -dijo Mikoto, y Sasuke puso los ojos en blanco porque todos en esta familia estaban actuando de manera extraña últimamente.
-Estoy entrenando hoy cuando llegue a casa.
-Te acompaño.
Este intercambio incómodo e inusual no pasó desapercibido para Sasuke, y puso mala cara porque se sintió completamente excluido de lo que estaba sucediendo.
Itachi salió de la casa, silencioso como siempre.
No fue una misión difícil hoy. Todo lo que él y su equipo estaban haciendo era seguir a un grupo de dignatarios de Suna, e incluso entonces pasaban la mayor parte del día en el edificio Hokage en reuniones. No fue un día desafiante en absoluto. No había razón para sospechar que algo sucedía.
Así que Itachi se encontró encaramado en un tejado, viendo pasar el día, bastante aburrido. El resto de su equipo estaba adentro; había elegido quedarse afuera para vigilar (¿Por qué?se preguntó). Era casi media mañana, un día demasiado caluroso para estar sentado afuera. Se reposicionó a la sombra, preguntándose si el resto del día sería tan aburrido.
Apenas había terminado de pensar cuando sintió que alguien se acercaba y saltó sobre sus pies, un kunai ya en su mano, con los sentidos en alerta máxima.
-Soy yo, tranquilízate.
-¿Shisui?-Dijo Itachi, incrédulo. Efectivamente, estaba su primo sonriendo frente a él. - Se supone que estás en una misión. Kakashi dijo que te irías por unos días.