Capítulo 4: ¡Manifestación del Don!

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Los años han pasado y la familia Toga se va haciendo cada vez más mayor. Los que más se notaba ese cambió con el pasar de los años es con los menores de la familia. Himiko ya tenía diez años y su altura era algo mayor al del promedio de las chicas de su edad, su cabello, antes agarrado en dos coletas, ahora estaba suelto y le llegaba hasta la mitad de la espalda, estando muy cuidado. Izuku, por su parte, tenia una altura algo más baja que el promedio de los niños de cuatro años, su cabello verde era frondoso y con gran volumen, pareciéndose a un pequeño arbusto.

En un parque de la ciudad de Japón se encontraban los hermanos Toga jugando en el arenero, estando vigilados por Roxanne, que los miraba con una sonrisa de satisfacción. Estaba realmente contenta de que sus hijos se lo estuvieran pasando bien en el parque.

Roxanne: Je, je. —Izuku se levantó del arenero y caminó hacia el tobogán junto a su hermana, disfrutando de deslizarse por el tobogán. Roxanne miró a su izquierdo, pudiendo ver como a lo lejos algo venía a gran velocidad.— ¿Eh? —Agudizó la vista, viendo a una chica de pelo rosa, teniendo algo en su cabeza, como unas gafas amarillas extrañas. La chica iba a una velocidad demasiado rápida, expulsando humo de sus botas.

???: ¡Que voy! —Roxanne antes de que pudiera darse cuenta, la muchacha acababa de llegar al parque y había pasado por delante de ella a increíble velocidad. Roxanne intento procesar lo que acababa de pasar, pero su cerebro dejó de pensar al escuchar un choque y el posterior gemido de dolor de su hijo pequeño y el grito de preocupación de su hija mayor.

Roxanne: ¡Izuku! —Al mirar a su hijo lo pudo ver vastante lejos, con la chica de pelo rosa encima de el. En la arena del parque se podía notar el recorrido que hizo su hijo por culpa de chocarse con la chica de pelo rosa. Himiko y su madre fueron corriendo donde estaba su hermano e hijo. Nada más llegar, la chica de pelo rosa se levantó, levantando sus extrañas gafas amarillas y revisando sus botas.

???: Madre mía que velocidad. —Del bolsillo de su mono sacó una pequeña libreta, escribiendo algunas cosas.— Recordatorio para poner algo de que ayude a menguar la velocidad. —Himiko y Roxanne miraban con curiosidad como la chica había escrito lo que hablaba con una letra perfecta, cosa rara para su edad.— En fin, de vuelta a casa. —Guardó su libreta en su bolsillo, levantándose de encima de Izuku, dándose cuenta, finalmente, de la presencia de la familia Toga.— ¿Y vosotros quienes sois?

Roxanne: ¡Cariño! —Roxanne dejo de lado a la chica, centrando su atención en las heridas que tenía su hijo en sus brazos y espalda. La mujer iba a activar su don en su hijo, pero Himiko la detuvo al ver algo.

Himiko: Mamá, mira eso. —Himiko, Roxanne y la chica miraron como algo en la camiseta del niño se estaba moviendo. Temiendo que podría ser algún gusano o insecto venenoso, Roxanne le levantó la camiseta, permitiendo ver como del pecho de Izuku estaban siendo expulsadas lo que parecía ser unas raíces de alguna planta.— ¿Es su don? —Rápidamente las raíces crecieron y se deslizaron por su brazo, hasta finalmente enterrarse en la arena del parque.

???: Interesante. —Nuevamente sacó su libreta, apuntando todo lo que estaba pasado. Por las raíces se trasladaba una luz tenue de color verde viajado hasta el pecho de Izuku.

Izuku: Mmmm —Lentamente sus heridas fueron sanando hasta el punto de estar como nuevo.— ¿Qué ha pasado? —El chico se levantó del suelo, estando algo confuso.

El Héroe De La Madre TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora