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CONSECUENCIAS

  Muy lejos de la tierra entre nubes, calma y paz el trabajo no cesaba en ningún momento todo era un constante movimiento.

  — Señor todo está listo como lo pidió — informó el Arcángel.

  — Perfecto, ¡como te fue con los serafines!.

  — Tan juguetones como siempre, pero todo está en orden nada que no se pueda arreglar señor.

  — Con esos pequeños la paciencia es lo primordial — gesticulo con gracia.

  — Pero señor hay algo que…. Mejor no, disculpe me retiro — reverencio en forma de respeto.

  — Dime que es lo que te incómoda Gabriel — el ente superior fijo su total atención en él.

  — Es que… ¿está seguro de que fue buena idea enviar a ese escuadrón de Ángeles como castigo a la tierra? — podría su pregunta ser algo ofensiva para el altísimo dudando de la decisión que había tomado, pero algo no le daba buena espina y no podía sacar esa sensación de sí mismo.

  — Lo dices como si no los conocieras.

  — Si estoy familiarizado con el comportamiento de ellos, no quiero poner en duda su decisión…  solo que me siento inquieto.

  — Estas preocupados por ellos Gabriel — objetó el omnipotente.

  — No lo estoy — se cruzó de brazos — lo que me temo es que lleguen a causar un caos en la tierra —mintió.

  — Confía en ellos así como lo hago yo — dio una sonrisa para calmarle — volverán pronto.

  Sin más que decir el encantador celestial se retiró.

   Siendo una de las fortalezas de Dios, administrador de muchos celestiales y además de eso mensajero muy importante en el cielo para enviar recados a los hombres de mucho valor, un Arcángel tan conocido y respetado como Gabriel no dejaba pasar las cosas que él no veía del todo bien solo porque se lo dijeran.

   Sin embargo nadie en el Reino a tenido conocimiento de ciertas mañas que tiene, ni el mismismo creador de todo la vida; Para los demás el padre de las alturas es perfección y no hay error plasmado en su ser, pero para Gabriel no era así, porque siempre su convicción de algo en particular que  tenía en su mente lo llevaba a su ruina interior y esto, siempre fue el hecho de el amor y atención incondicional que tenía el todopoderoso sobre la humanidad su creación más preciada sobrepasando la de los mismos seres divinos con alas.

  Y lo que más le satisfacía era saber que no es el único que piensa de esa manera.

  — Necesito saber que te dijo.

  — No molestes Miguel — exclamó con fastidio.

   (Arcángel Miguel encargado de el entrenamiento de los Ángeles)

  — Eres tan pesado como siempre, esa carita toda hermosa no demuestra lo terrible que eres — objetó con un puchero.

  — ¿Ya te desocupaste?

  — Si, acabo de terminar mi trabajo… pero porque la pregunta — dijo inconsciente de lo que pensaba el adverso.

  — Es momento de hacer una visita — añadió en una sonrisa maliciosa.






   Oscuridad, calor y almas desesperadas era lo que más invadía las paredes del Hades con una "exquisita" fragancia a azufre que lo complementaba, que más se podría pedir dentro de ese lugar.

Dulce Condena [кσσкν]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora