Punto de Partida

379 24 3
                                    

Es domingo, apenas empieza el amanecer y los gritos de Ryohei todavía no resuenan por Nanimori; aún así, solo hay una persona  en la casa que sigue en cama, alguien que se hubiera quedado ahí de no ser por un niño en pijama de vaca quien, tras abrir la puerta del cuarto de golpe, salta hasta la cama en una rara demostración de proeza antes de usar sus deditos para forzar los párpados de su hermano mayor a separarse, recordándole la promesa de 'escoltarlo' a él y a su séquito al parque, después de haberle exigido que se levantara.

Cuando el mayor se resiste busca refuerzos, de manera que al poco tiempo hay dos niños saltando en la cama hasta que, sin aviso previo, Tsuna se abalanza sobre ellos para atraparlos (fallando).

"El desayuno está listo" -suena la voz de Nana, la madre, desde el primer piso, motivando a Lambo, el de la pijama de vaca, a declarar una competencia que las dos personas restantes, Tsuna e I-pin, ignoran al bajar despacio hasta el comedor donde se encuentran con Reborn, limpiando su pistola junto Bianchi y Fuuta no muy lejos, ayudando a servir la comida.

Desde ahí el desayuno procede como de costumbre: vigoroso, alegre, con ladrones de comida y corto.

"Sería bueno si esta paz durara"-susurró Tsuna para sí mismo camino a su cuarto, casi una hora después, con sus pastillas y anillos -involuntariamente- con él, pensó lo miso camino al parque junto a sus hermanos. 

No fue un recorrido pacífico.

"Como mi séquito deben caminar detrás del Gran Lambo-sama" -declaró Lambo, inmediatamente antes de ser reprendido por I-pin. "¿Dónde siquiera aprendes a hablar así?" le respondió Tsuna en sus adentros, mientras observa una pelea desatarse.

No pudo retener un bostezo y notando que Fuuta parecía inquieto a su lado, decidió ir directo al grano: "¿Pasa algo, Fuuta?"

Dicha persona se tomó un momento para responder, "Estaremos bien sin ti, ¿sabes? Puedes quedarte en casa descansando o algo."

-"¿Auch?" -a decir verdad, estaba más confundido que herido- "¿no quieres que va-"

-"¡No!" -Interrumpió Fuuta, algo espantado- "no es eso" -continuó en voz más baja cuando I-pin volteó a verlos, sin interrumpir su disputa con Lambo.

-"¿Entonces?"

-"Sé que estás cansado, no estás durmiendo bien, estudiando para tus exámenes finales, peleando con asesinos y todo eso. Quizás sería mejor que pasaras el día con tus amigos o durmiendo..." -con cada palabra hablaba más rápido, fijando su mirada en sus zapatos desamarrados.

Le llamó la atención que no usara cifras para respaldar sus palabras, pero eso es algo que podía usar a su favor. Aprovechando que estaban llegando al parque -de manera que Lambo e I-Pin no se alejarían mucho-, se agachó frente a Fuuta para amarrarle los cordones, ganando algo de tiempo para pensar su respuesta.

-"¿Sabes? A mi también me gusta pasar tiempo con ustedes, es divertido. Además, las promesas se hacen para cumplirse, ¿no crees?"

Parece que no, no está convencido.

-"Si no me crees, ¿por qué no haces un ranking de las personas con las que más quiero estar ahora mismo?" -Era una apuesta alta, pero Tsuna está -casi- seguro de que puede ganarla, tampoco se le ocurre algo más que decir.

"¿Seguro?"

"Sip. ¿una carrera hasta el parque?"

-"Mmm" -Tsuna empezó a correr antes de saber la respuesta de Fuuta, sabe que el niño es lento, pero le gusta molestarlo de vez en cuando y es conmovedor ver como intenta ganar. 

Es verdad que quiere pasar tiempo con ellos, pero también tenía un mal presentimiento...




"Lambo ten más cuidado, vas a caerte" -dicho y hecho, mientras I-pin salta ágilmente entre las barras del pasamanos haciendo piruetas, Lambo ni bien se subió antes de caerse cerca a Fuuta y su libro de clasificaciones. Todavía era temprano, por lo que casi no habían personas alrededor, no causaría revuelo si se hacían un ranking o dos, además, la mayoría de las personas evitaba estar cerca a los Sawada.

Un suspiro es escapó al escuchar el mantra de Lambo. Por suerte, antes de que la bazuka de los 10 años apareciera, Yamamoto llegó de la nada, ofreciendo dulces para calmar al niño... Sospechosamente funcionó, Lambo ya no llora, enfocando su interés hacia la arenera antes de que cosas empezaran a flotar en la cercanía.

Yamamoto se reía, pretendiendo bucear, incluso después de chocarse con I-Pin. 

Un minuto pasó, la magia se detuvo y solo la mitad de los presentes cayó con gracia, entre los menos afortunados se encontraba Lambo con la cara en la arenera, de manera que arena entró a sus ojos.

-"Yamamoto, ¿traes agua contigo?"

-"Sí, aquí tienes"

-"Que bien, gracias"

-"Lambo, mira hacia acá" -ignorando las protestas, usa una mano para poder ver el ojo, mientras Lambo mira hacia varias direcciones, y con la otra va echando agua. 

"¿Te arde?"

"Dame-Tsuna, se supone que ibas a protegerme, ¡vete! ¡ya no te quiero!"-Responde Lambo, parpadeando y llorando.

Normalmente, Tsuna seguiría ahí después de escuchar esas palabras. 


Un Problema de IdentidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora