VERTIGO.

81 6 14
                                    

Joshua, como siempre, quería que saliesen y viesen todo. JunHui tenía náuseas de tanto toser, pero se negaba a aceptarlo para evitar acudir al doctor. Sabía que si iban, le miraría reprobatoriamente. También le pondría un montón de restricciones y, probablemente, le mandaría el vaporizador que tanto detestaba. Por ello, hacía lo mejor que podía hacer: fingirse tan sano como fuese posible.

-¿Debemos dejarlo aquí, sin supervisión adulta? - JunHui se refería a MingHao, que aun dormía profundamente. Joshua se reía al tiempo que se encogía de hombros, como si aquello no tuviese solución alguna.

-Pongámosle un letrero en la frente que diga "Por favor, no destruyas la habitación. Otra vez"

Ambos se reían. Sabían que estaba mal. No lo del letrero, sino MingHao destruyéndolo todo en pos de crear arte. O de sacar algún demonio interno que nadie más podía comprender. Quizá JunHui podía comprenderlo un poco. Joshua iba por su maleta y sacaba de ella un portapapeles con algunas hojas que tenían borradores de algunos contratos. No dudaba en usar el otro lado para escribir la pequeña advertencia. La colocaba en el mueble junto a la cama, del lado que MingHao dormía, esperando que con ello se tomase el tiempo de leerlo y reconsiderar sus acciones.

-Listo. Está advertido.

-Los letreros de "No tocar" no impidieron que Hao hiciese un destrozo completo en la exposición de MinGyu - Joshua se reía nuevamente al escuchar aquello. Tenía tanto tiempo que había pasado, pero seguía siendo una historia digna de contarse.

-Pocas veces he visto a Gyu-ah tan asustado. ¿Dónde quieres desayunar?

JunHui volvía a pensar en simplemente pedir comida a la habitación, pero la expresión llena de esperanza de Joshua le impedía siquiera mencionarlo. En lugar de aquello, optaba por pedir algo que había disfrutado muchos años atrás, incluso si aquello resultaba muy poco glamuroso o apropiado para sus delicados pulmones.

-Quiero unas buenas empanadas de carne, cerveza y el Támesis.

Joshua le miraba con cierta sorpresa. Incluso un poco de incredulidad. Quizá porque sabía que afuera hacía frío y JunHui no iba a dejar de toser. También cabía la posibilidad de que no hubiese esperado algo tan sencillo, algo que no habían hecho desde que dejasen Londres, tantos años atrás ya. Quizá significaba algo bueno, que empezaba a reconciliarse con su pasado y a aceptarlo, incluso con cierto cariño. Quizá solo no deseaba estar rodeado de gente con la que no parecía poder adaptarse.

-¿A qué parte del Támesis?

JunHui se encogía de hombros. Recordaba haberse escurrido entre los puertos privados e industriales del mismo, junto a WonWoo y a MingHao, muchos años atrás. Haber recorrido partes poco concurridas y las más turísticas también, porque los turistas eran gente despistada y feliz que no cuidaba apropiadamente sus pertenencias. Pero lo único que valía realmente en su recuerdo era el hermoso cuerpo de agua, con contaminación incluida, que se extendía con glamour por enmedio de la ciudad, dándole un toque de distinción único. Tosía con fuerza. Joshua dejaba de acomodarse la chamarra para ir al closet y sacar un abrigo diferente al que JunHui había escogido. También sacaba una gorra y una bufanda que no dudaba en pasar al menor. Este, un tanto resignado, pero sabiendo que realmente morirá de frío si no se cubre correctamente, se envolvía en cuanta prenda le era entregada.

-Vayamos a alguna parte en la que podamos estar cerca de la orilla. Quiero estar cerca del agua.

Joshua asentía un poco. Buscaba el cigarro eléctrico, dándole a entender a JunHui que no le iba a permitir fumar nada que contuviese asbesto u otra substancia realmente peligrosa. El de ojos almendrados suspiraba un poco. Iba a resultar una salida complicada. Se guardaba la cartera y el celular de todas formas antes de alcanzar al de sonrisa gatuna junto a la puerta de entrada.

LOS LIBERTINOS {JunShua} {WonHui}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora