LOS LIBERTINOS {JunShua} {WonHui}

TIME FOR HEROES.

-¡Todo es culpa de WonWoo! ¡Lo está llamando! - MingHao, que no había pronunciado ninguna palabra desde que subiesen a JunHui a la ambulancia, finalmente salía del mutismo. Aquello que decía, por supuesto, no le hacía sentido a nadie como no fuese a él mismo. Pero MinGyu no se atrevía a contradecirlo. Ya lucía sumamente agitado y nervioso y no necesitaba de ningún estímulo extra para que terminase estallando -¡De él y tuya!

La acusación le pegaba de lleno a Joshua, que ya se sentía bastante culpable por todo. Miraba hacia sus manos, que se aferraban duramente a sus rodillas. No se atrevía a levantar la vista. MingHao le intimidaba en muchas formas. Este, frustrado por la falta de confrontación, colocaba ambas manos en los hombros del mayor, presionando con suficiente fuerza para hacer que Joshua pegase la espalda al respaldo de la silla ubicada en la sala de espera.

-¡¿Qué piensas hacer si Jun muere?! ¡Haz algo para que deje de llamarle con él!

Normalmente, Joshua le hubiese dejado ser, ignorando la palabrería que escapaba por entre sus labios. Se hubiese dicho a sí mismo que se trataba simplemente de MingHao siendo MingHao. Volátil y errático. Pero le fastidiaba de sobremanera el modo en que MingHao insinuaba que JunHui seguía prefiriendo a WonWoo a pesar de los años. A pesar de la vida compartida que tenía con él. Le dolía tremendamente hasta el punto que respirar costaba trabajo. O quizá un ataque de pánico estaba próximo a sucederse. Minghao volvía a agitarle, ahora con mayor fuerza.

-¡JUN NO VA A SEGUIRLO! - Le gritaba con todas sus fuerzas antes de recordar que se encontraban en la sala de espera de un hospital. Todos volteaban a verlos de la manera menos amable posible. Él agachaba un poco la cabeza, apenado. Pedía perdón entre murmullos. MingHao parecía complacido con la reacción brusca que obtenía del mayor porque dejaba de increparle. En lugar de ello, se dejaba caer junto al mismo en una posición que lo dejaba más desparramado que sentado. MinGyu hacía lo propio, acomodándose a la derecha del artista. Le tomaba la mano casi con timidez al tiempo que MingHao giraba el rostro para acomodarlo contra el hombro del más alto.

Joshua no sabía cuánto tiempo permanecía allí, sentado en el duro asiento en aquella sala de espera, viendo hacia la nada, meditando sobre las cosas buenas y las malas que había hecho desde el día en que había conocido a JunHui, ya tantos años atrás. Tan solo volvía en sí cuando una enfermera pronunciaba su nombre y un doctor, detrás de la misma, le esperaba pacientemente a que se acercase.

-¿Cómo está? - Joshua no podía esconder su nerviosismo mientras preguntaba. Miraba hacia todas partes, como si con ello pudiese ver a JunHui en algún rincón del hospital, escondido.

-El señor Wen se encuentra... delicado. Tiene un pulmón completamente colapsado y, el pulmón que continúa funcionando, se encuentra muy delicado también. Pero no solo es eso, las válvulas de su corazón están debilitadas y no funcionan correctamente y uno de sus riñones está muy dañado. Ninguno de los daños parece ser reciente, pero claramente algo le ha detonado la crisis que presenta su cuerpo en este momento.

-Él... - Se mordía el labio inferior. Por supuesto que aquel médico sabía de las adicciones de JunHui. Estaba su historial médico que él mismo había transferido al hospital para que pudiesen tratarlo lo mejor posible y le habían hecho estudios al ingresarlo al mismo. Aún así sentía como que debía hablar con discreción por no tratarse de él mismo de quién hablaba. - Ha tenido una vida complicada.

-Con la ayuda del ventilador pulmonar está oxigenando más o menos con normalidad y estamos aplicando una serie de antibióticos para mantener la infección al margen. Por el momento no podemos hacer mucho más. Tenemos que esperar y ver como va evolucionando su salud.

-¿Puedo verlo? - Miraba con terror al médico. Aquello le sonaba terrible. Era justo como años atrás, como si la pesadilla estuviese comenzando de nuevo. Quizá nunca se había ido, sino que había permanecido dormida, latente, esperando el mejor momento para atacar nuevamente.