La vida de Gaara da un repentino cambio cuando conoce a una hermosa flor, mejor conocida como Jin Tachibana, quien pone patas arriba la vida del pelirrojo.
Pero esta flor es única, por que es una flor en el desierto.
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Hello! Para aquellas que ya me...
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Jin se detuvo con la respiración completamente agitada e incluso podía sentir los fuertes latidos de su corazón sobre su pecho, ella se detuvo para intentar descansar un poco.
Por suerte ahora en sus entrenamientos se sujetaba el cabello en una coleta para que esté no le molestara, estaba pensando seriamente en cortarlo.
—Nunca dije que podías descansar. — La abuela Chiyo le lanzó su zapato y este golpeó su cabeza.
—¡Anciana llevamos entrenando más de cuatro horas! ¡Déjame descansar! —Se quejó mientras se llevaba la mano a su cabeza en un intento de aminorar el dolor del golpe.
—¿Descansar? ¡Los descansos son para los débiles! —Un aura morada rodeó a Chiyo, algo que le causó escalofríos a la joven.— ¡Tienes que dominar el Ninjutsu médico!
Está anciana va a matarme, pensó La azabache.
—Continúa que descansando nunca te volverás fuerte. —Le recrimino la anciana.
Jin suspiró, sabiendo de su fracaso de invadir Konoha. Al parecer el Kazekage había muerto y ellos habían sido manipulados por Orochimaru, un Ninja desertor de Konoha.
—Con la situación actual estamos expuestos ante cualquier ataque mocosa. —Chiyo advirtió. —No hay nadie apto para ser Kazekage actualmente, eso nos deja a los ancianos a tener que tomar las decisiones difíciles.
La abuela Chiyo y su hermano ahora pasaban más tiempo en el edificio central discutiendo del futuro de la aldea.
Ella no lo entendía del todo, eran temas de adultos que realmente no le interesaban.
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Jin estaba limpiando el ático cuando encontró unas fotos donde aparecía Chiyo con un pelirrojo bastante serio.
—Chiyo, ¿Quién es ese lindo pelirrojo de la fotografía? —Preguntó curiosa al ver la foto de Chiyo junto a otro pelirrojo de su edad.
Estaba esperando algún grito que le dijera que no fuera metiche, pero la anciana se mantuvo en silencio.
—Es mi nieto. —Contestó.
—¿En serio? ¿Puedo conocerlo? ¿Donde está? ¿En una misión mega larga? —Jin la empezó a bombardear de preguntas, por que ella se sentía curiosa de esa persona.
—Él abandonó la aldea hace muchos años, no se nada de él desde ese entonces. —Dijo con tono melancólico.
Jin se percató del cambio de ambiente, así que decidió que no volvería a preguntar por él, era algo que le afectaba demasiado a la Abuela Chiyo.
