05 "¡Festival!"

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Jin

— ¡Son muy pesadas! — Me quejé del peso de mis muñecas y piernas.

— No seas quejica sólo son pesas de seis kilos. — Chiyo cruzó sus brazos. — Yo a tu edad caminaba con pesas de 10 kilos.

— ¿Acaso es un robot? — Pregunté sorprendida. ¡Es imposible tener tanta fuerza!

— ¡No seas idiota! — Me gritó. — Ahora darás 20 vueltas a toda la Aldea.

— ¿¡Toda la Aldea!? — Es demasiado grande. — ¿Quieres que me muera?

— Esté es mi entrenamiento, te convertiré en la más fuerte Kunoichi de Suna... —

— Pero yo simplemente estaba aburrida...—

— Anda, ¡Inicia ya! — Jin suspiró e inició su largo entrenamiento.

Yo simplemente queria que me enseñara a cocinar sus Takoyakis, y me sale con el entrenamiento para convertirme en la mejor Kunoichi.

Si alguien les ofrece su Aldea para vivir, ¡Nunca acepten! ¡Las convertiran en esclavas o algo peor!

🌸🌸🌸

17 vueltas ...18 vueltas ... 19 vueltas...

Agh... ¡Ya casi ni siento mis pies! Estoy segura que en cualquier momento me desmayaré.

¿Y si hago trampa y tomó atajos?

Sacudí la cabeza ante la idea, estoy segura que la Abuela Chiyo se dará cuenta y me hará hacer algo mucho peor.

— ¿Qué haces? — La voz rasposa de Gaara interrumpió mis pensamientos de hacer trampa.

— E-estoy entrena-ando. — Dije con la voz agitada.

Coloque mis manos en mis rodillas, para poder detener mi respiración agitada.

— ¿Entrenando?

— Si... La abuela Chiyo quiere volverme una gran Kunoichi. — Le comenté. — Aunque me haría muy bien un descanso...

Incluso podia escuchar los gritos de la Abuela Chiyo por tomarme un descanso... ¡Incluso me podría dejar sin comer!

— Pensandolo mejor ¿Quieres acompañarme? Sólo me falta una vuelta ... — Invité a Gaara a entrenar conmigo.

— ¿Qué... ? — Lo interrumpí jalandolo del brazo e iniciar a correr alrededor de la aldea.

Al terminar de dar la vuelta caminamos al lugar donde solemos sentarnos y observar el atardecer del desierto, terminé tirandome al suelo, sin importarme llenarme de arena.

— ¡Uff! Nunca había echo tanto ejercicio en mi vida. —

Gaara se sentó y aún con su rostro sin expresión. ¡No tenía ni una sola gota de sudor!

Me reincorporé acercando mi rostro al de Gaara y tome su mejillas intentando forzar una sonrisa.

— Sólo has sonreído conmigo pocas veces, te ves mucho más lindo sonriendo ¿Sabes?

— Hmp... — Simplemente hizó ese pequeño ruido.

Lo solté y observé el atardecer.

— Siento que ahora realmente encajo en un lugar... Siempre vagué entre las aldeas con el simple propósito de sobrevivir, pero ahora estando aquí... La abuela Chiyo... — Negue con la cabeza. — No, no sólo ella, Temari-chan, Canguro... Tú Gaa-chan hacen que tenga un nuevo hogar.

Flowers in the Desert | GaaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora