Primera parte

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Abro mis ojos repentinamente, pero todo está oscuro, no soy capaz de ver absolutamente nada. Me pongo de pie, apoyando mi mano sobre la pared. Empiezo a caminar, sin apartar mi mano de la pared, con el fin de encontrar un interrumptor de luz.

Mis pies están descalzos, la textura del suelo es extraña, se siente como si estuviera empedrado. Un extraño olor inunda mis fosas nasales, es un olor nauseabundo, similar a carne podrida.

Siento frío, como si hubiese viento soplando mi cuerpo, un viento helado. Me detengo un momento y entrecierro mis ojos, tratando de agudizar mi vista. No logro ver absolutamente nada, sólo una inmensa oscuridad.

Alejo mi mano de la pared, consciente de que buscar el interruptor sería una perdida de tiempo. Empiezo a correr, tratando de encontrar una salida de dónde sea que estoy.

Después de mucho correr, logro ver una luz. Me dirijo hacia ella, esperando que sea la salida de este lugar.

Cada vez me acerco más a la luz, pero, cuando finalmente soy capaz de atravesarla, todo se vuelve negro.

[…]

Vuelvo a abrir los ojos, estoy en una habitación poco iluminada. Me siento y noto que estoy sobre una cama. Hay una mesita no muy lejos de esta y, sobre ella, un plato con comida.

Me acerco a la mesita, al lado del plato hay una hoja con algo escrito en ella.

—Deberías comer un poco, te hará bien —leo en voz alta, al pie de la hoja hay un nombre, lo leo—. Winry.

Tomo el plato en mis manos y empiezo a comer. No le presto atención a lo que estoy comiendo, ni siquiera a su sabor.

Mi cabeza se llena de preguntas, preguntas que soy incapaz de responder. ¿Dónde estoy? ¿Dónde estaba antes? ¿Qué tiene que ver Winry en todo esto? ¿Dónde está ella? ¿Dónde está Alphonse? ¿Por qué no estoy con Alphonse? ¿Qué ha pasado?

Termino de comer, dejo el plato sobre la mesa y me pongo de pie. Camino hacia la puerta de la habitación y la abro. Afuera está igual de oscuro, pareciera que quien viva aquí no pudo pagar la luz.

Camino por un pasadizo hasta llegar a lo que parece ser la sala. Hay un par de muebles desgastados, la decoración es mínima, y no hay nadie ahí.

Sigo caminando y entro a otra habitación. Tras abrir la puerta siento que el aire escapa de mis pulmones.

No puedo creer lo que hay frente a mí, esto no puede ser real, no debe ser real.

—Alphonse, Winry —murmuro con la voz rota.

Incapaz de creer lo que veo, me acerco a ellos, rogando porque esto sea solo un mal sueño.

Me arrodillo frente a Alphonse, acercando mi mano hacia su cara. Lo toco. Es real.

¡Es jodidamente real!

Rápidamente, acerco mi mano a su pecho, el líquido carmesí que sale de él está fresco, debió ocurrir hace poco.

Me acerco a Winry, ella tienen moretones. Acerco mi mano a su cuello y, para mi sorpresa, la sangre está seca. Ella murió primero. Noto que su ropa está algo desordenada, al igual que su cabello, y en sus mejillas se puede ver un rastro de lágrimas.

Logro ver algo tirado en el piso, parece hecho de plástico. Me acerco a eso, lo tomo entre mis manos, y al percatarme de lo que es siento un gran coraje. Era un condón, un condón usado. Lo más probable es que haya sido usado en Winry, eso explicaría por qué su ropa está desordenada y por qué estuvo llorando, también explicaría por qué tiene moretones, probablemente opuso resistencia.

Escucho pasos, alguien debe estarse acercando. Volteó y veo la silueta de un hombre, es alto.

—Buenos días, Edward, ¿te gustó la comida? Vi que la comiste, o eso creo, espero no la hayas botado, eso arruinaría mi plan —dijo el hombre, su voz no se me hacía conocida, y el tono de esta oscilaba entre la malicia y la inocencia.

—¿Quién eres? —pregunto, enojado.

—¿Que quién soy? Oh, cariño, no me gustaría responder esa pregunta, solo digamos que soy tu fan.

—¿Qué? —preguntó, sin entender qué está diciendo.

—Soy tu fan, Edward Elric, y por tal motivo me aseguraré de ser el único que te tenga —tras decir eso, saca un pistola y me dispara, justo en la cabeza.

La bala me da de lleno, ni siquiera me esfuerzo en evitarla, aunque no sé por qué.

Mi cuerpo se desploma en el suelo, acabo de morir.

Extraño sucesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora