Extraño suceso

Segunda parte

Ah, hace frío.

El invierno había empezado hace unas semanas, este año parecía más frío de lo usual.

Camino sin dirección alguna, no entiendo por qué sigo acá. Se suponía que yo había muerto, recuerdo bien que ese sujeto me disparó, entonces, ¿qué se supone que hago acá?

Sé que morí, estoy muerto, pero por alguna razón sigo vagando en este mundo.

Cuando desperté, junto a los cuerpos de Alphonse y Winry, no terminaba de entender qué pasaba. Y aún no lo hago.

Salí de aquella extraña propiedad, luego de haber buscado a ese sujeto y sin haberlo encontrado, dejé los cuerpos de Winry y Alphonse ahí, estaba dispuesto a regresar, pero primero debía hacer algo.

Fui a buscar al coronel, debía contarle lo ocurrido, necesitaba ayuda.

Cuando lo encontré fui a hablarle, pero él no me hacía caso, era como si no me escuchara.

Intenté pedirle ayuda a alguien más, pero nadie me hacía caso, nadie notaba mi presencia.

Tuvieron que pasar algunas semanas para que notaran la desaparición de Alphonse y Winry.

Fueron a investigar, yo también fui, aunque ellos no me notasen. Yo sabía dónde estaban, pero por más que lo dijese, no me hacían caso.

No sé con exactitud qué fue lo que hice, pero de alguna forma logré tomar un bolígrafo y escribir la dirección de aquel lugar, aunque mi caligrafía se veía increíblemente mal, era lo suficientemente legible como para que lo entendieran.

Fue el coronel quien encontró la hoja, decidieron ir, aunque se notaba que no se fiaban del todo.

Cuando llegaron, tocaron la puerta, pero nadie abrió. Decidieron entrar a la fuerza, lo cual no fue necesario, la puerta no estaba bien cerrada.

Estuvieron registrando toda la propiedad, hasta que dieron con la habitación donde estaban los cuerpos de Alphonse y Winry.

Entraron, y yo entre después de ellos. Se sorprendieron al verlos, pero yo me sorprendí más.

No solo estaban Winry y Alphonse. Yo también estaba ahí. Era mi cuerpo, tirado en el piso, con la bala en la cabeza. ¿Cómo era posible? Si mi cuerpo estaba ahí, ¿qué era yo? ¿Acaso era un fantasma? ¿Los fantasmas siquiera existen? Aún siento escalofríos al recordar aquella escena, con mi cuerpo inerte junto a Winry y Alphonse.

Se hizo un funeral y un entierro, todos se veían demasiado tristes.

Se hizo una investigación, trataban de dar con el asesino. Usaron el semen que había en el condón para intentar identificarlo, pero no habían registros de él.

Pensé que quizá podría darles una descripción de cómo era, de cómo recuerdo que era. Sabía que hablar no iba a funcionar, así que intenté escribir. No pude hacerlo, por más que intentaba no pude hacerlo, me sentí tan impotente. No podía hacer nada, no podía hacer que ese maldito hijo de puta pagara por lo que hizo.

Nunca pudo darse con su paradero. Intenté buscarlo, ya estaba muerto, así que pensé que no habría problema, pero no lo encontré. Viaje por todo Amestris pero no lo encontré, muy probablemente había escapado.

Con el pasar del tiempo me fui dando cuenta de que, a pesar de estar muerto, aún era capaz de sentir. Podía sentir frío, podía sentir calor. Podía incluso tener hambre, eso era muy extraño, el hambre iba y venía sin razón alguna, no sabía qué hacer para calmarla, al igual que la sed.

Pude poco a poco empezar a mover objetos pequeños, como alfileres y esas cosas.

Note que habían niños pequeños que se me quedaban mirando, al principio pensé que era una simple coincidencia, que no me estaban viendo, pero no era así. Algunos me hablaban, y yo hablaba con ellos, era la mejor forma de no sentirme tan solo. Sus padres pensaban que solo hablaban con un amigo imaginario, así que no tenían problema.

Fue lindo por un tiempo, pero cada vez es más cansado. La eternidad no es tan linda como algunos lo pintan, es demasiado frustrante.

El actual frío cala en mis inexistentes huesos, y tengo que abrazarme a mí mismo para intentar entrar en calor.

Observo a Selim junto a su madre jugando en el parque, ambos muy bien abrigados. Él voltea a verme, y mueve su mano en forma de saludo.

Me acerco a él, él siempre ha sido capaz de verme, y es divertido hablar con él.

Selim le dice a su madre que irá a jugar conmigo y ella se lo permite. Para ella, yo soy una especie de ángel guardián que cuida de Selim, y me esfuerzo en hacerlo.

Ahora que lo pienso, es lindo poder estar con él, así no tendré que vivir en completa soledad.

Mientras juego con él, me pierdo en mis pensamientos, aún me siento mal por no haber atrapado a aquel hombre, por no haber podido hacer justicia.

Sé que en algún momento Selim morirá, y yo seguiré existiendo por el resto de la eternidad, pero al menos por ahora puedo disfrutar, puedo ser feliz.