Capítulo 10: "El lobo feroz"

2.3K 225 14
                                    

Haallo♥♡

Las votaciones han sido claras:

Nos: 3        Sís: 2

Por tanto, incluiré el fragmento pero sin la parte tierna de Sesshomaru.

Pd: ¿Preferís un narrador omnisciente o el punto de vista de Aome? En todo caso este capítulo lo narrará Aome.

Segunda Posdata: Wattpad no me deja borrar mi antigua publicación así que deberé dejarla.

Bueno, ya os dejo tranquil@s, espero que os guste el capi:)

Y muchiiisiiisiiimas graacias por vuestros comentarios y ♥.

Soys the beeest♥♡♥♡♥♡

---------

"Si no estás conmigo, sí. "

¿Cómo se supone que debía tomarme eso? ¿Era una clase de confesión o sólo pretendía jugar con mi vida?

Estaba entre pegarle o pegarle. Sí, habéis oído bien, sólo había una opción.

-Pues que me maten .-Sus ojos demostraban asombro. Y no me extrañaba, ni siquiera yo estaba convencida de lo que había dicho.- Prefiero morir de pie que vivir de rodillas. -¿Lo había dicho bien? No estaba segura pero el caso es que se había entendido.

Después, salí de aquella luminosa habitación.

Mis pasos resonaban por todo el largo pasillo, cosa que no me gustaba ya que, extrañamente, toda la estancia se encontraba en sumo silencio, ni gritos, ni pasos ajenos, ni nada que me indicara que el peliblanco me seguía. Y no es que quisiera que lo hiciera, solamente... sentía que algo malo iba a pasar.

Un rato más tarde de busca incesable, conseguí encontrar la puerta de salida donde fuí acompañada hasta esta por unas monótonas criadas con cara agria, aunque, sinceramente, no me extrañaba, vivir con el ogro debía ser agotador.

La puerta chirrió ligeramente dejando entrar la luz de la luna, ya se había hecho de noche.

Dudosa, la atravesé y dejé que el viento rozara mi piel.

Mi carne, ya de gallina, comenzó a contraerse con el tacto del viento que la golpeaba con ímpetu y, mi nariz, comenzó a enrojecerse.

¿Qué debía hacer ahora? Era muy tarde y mis cosas... ¡mis cosas! ¿Dónde se supone que estaban?

Iba a volver a por ellas, no me creía que pudiese llegar a ser tan tonta, pero eso me haría ver patética así que decidí seguir mi camino.

Caminé cinco o seis pasos hasta que me golpeé con algo, no había nada en frente mío pero aún así no podía avanzar.

Una barrera me lo impedía.

Traté de golpearla varias veces con mis flechas pero nada sucedía, era inútil.

Me puse de espaldas a esta y comencé a caer lentamente arrastrándome hacía abajo, me sentía impotente.

Bufé ya rendida.

Me había convertido en la presa del lobo feroz.

De las cenizas renació el FénixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora