¿Qué hago? ¿Qué hago? ¡¿Qué hago?! DIIOOS ¡¿QUÉ SE SUPONE QUE DEBO HACER AHORA?!
Él estaba ahí, con su mirada impasible y su ceño fruncido obstaculizandome cualquier posible salida. Está vez no tendría tanta suerte.
-Emm, ah, esto... ¿hola? -una extraña mueca se formó en mi boca mientras trataba de ponerme de pie.
Cuando lo conseguí, unas manos me empujaron de nuevo por los hombros hacia atrás y me volví a caer. Sesshomaru me había tirado de nuevo al suelo después de cerrar la puerta tras de sí.
Solté un pequeño gemido de dolor al sentir el golpe de mis codos contra el suelo y lo miré: se estaba acercando poco a poco a mi. Noté mi cuerpo temblar.
-¿Q-qué ha-haces...? -susurré. Su rostro estaba muy cerca del mío, apunto de rozarme y su aliento mentolado chocaba contra mi cara una y otra vez.
Acercó su mano hacia mi mejilla. El primer contacto de sus dedos fue estremecedor, pero a los pocos segundos el toque se volvió cálido y reconfortante. No sabía como describir a la exactitud ese sentimiento.
No era la mano de Inuyasha, ni sus dedos, ni sus caricias, entonces... ¿por qué mi cuerpo me rogaba que juntase mis labios con los suyos?
Bajé mi mirada unos pequeños segundos hacia su boca: él muy tentador se estaba mordiendo los labios de una forma a la que podría volverme adicta.
Volví mi mirada a la suya, ahora era él el que se encontraba mirando mis labios.
-Si no quieres aceptar la realidad por las buenas... -jadeó un segundo.- te haré aceptarla a la fuerza...
Mi cuerpo se congeló inmediatamente al oír sus palabras. ¿Qué es lo que pretendía hacer conmigo?
Su cara se fue acercando lentamente hacia la mía hasta que...
-¡AMO BONITO! -la puerta se abrió de golpe y Jaken apareció totalmente exhausto. No tardo mucho el color en llegar a sus mejillas.
Sesshomaru se levantó. En cambio la muy estúpida de mí no pudo imitar su acción.
-¿Qué quieres? -espetó él entredientes. La miraba de odio que le lanzó a Jaken me hizo reprimir la respiración.
El sapo retrocedió un paso.
-I-Inuyasha... -murmuró. Está vez me levanté de golpe al escuchar su nombre.
-¿Dónde? -la voz seca y fría del peli-blanco volvió a resonar por la pequeña habitación.
-P-pues... e- en...
Un fuerte estruendo no le dejó terminar la frase. Y yo seguía ahí, sin moverme ni un solo centímetro. En shock.
-¡AOME! -dos voces conocidas me llamaron. No tardé en reconocerlas antes de que aparecieran al otro lado de la puerta.
Koga y... Inuyasha.
Un gruñido salió de la boca de Sesshomaru.
-¿Qué mierda hacéis aquí? -¿Un taco de la boca del Lord? Uaau...
-No toques a Aome con tus sucias manos. -Koga habló con la mandíbula desencajada.
-Aome no te muevas. -Sesshomaru me ordenó claramente enfadado.
¿Y yo? ¿Tenía acaso la intención de acatar su orden?
En el fondo sabía que no.
Y no me gustaba como iba a acabar todo esto.
*****
Paaardon, por el retraso en subir capítulo, muchas cosas pasaron el fin de semana pasado y no me veía capaz de escribir.
También me gustaría comentaros que ya no responderé tan usualmente los comentarios porque realmente no sé que responderos JAJAJ. Se que suena raro pero me quedó en blanco cuando tantas personas me piden nuevo capi y a mi no se me ocurre nada original que contestar.
Bueno, solo os pido que no penséis que estoy loca y dejéis de leer mi historia.
Pd: MUCHISÍMAS GRACIAS POR LEER MI NOVE, ¡YA CASI HEMOS LLEGADO A 10K LEÍDAS!
De verdad muchísimas gracias, no puedo expresaros cuan agradecida estoy por todo esto. ♥♡♥
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De las cenizas renació el Fénix
RastgeleAome, nuestra dulce protagonista, asume que ya no hay lugar para ella en el corazón de Inuyasha. Y para que sus sentimientos hacía él no se conviertan en odio y celos, decide empezar un pequeño viaje dónde, lo que empieza siendo un plan para olvida...