Esto es... ¿Normal?
Yamaguchi cree, o mejor dicho, quiere creer que sí. Que toda la situación a su alrededor es completa y francamente normal porque al fin y al cabo son dos simples y calentorros adolescentes. Cumplió los diecisiete hace menos de un mes y su compañero de vóley celebraría su cumpleaños en algunas semanas, así que todavía se encuentran en la etapa de superación de los estragos que dejó detrás de si la edad del pavo. Y esto es muy, pero que muy complicado.
Al menos para él. Son demasiados los distintos sentimientos que se acumulan en la boca de su estómago y de los que no tiene ni pajolera idea del cómo digerir. Son tan variados entre sí que hay veces en las que Yamaguchi no sabe qué decir cuándo le preguntan por el cómo se encuentra.
¿Qué tal estás? No lo sé, ahora mismo me encuentro bien, pero si me preguntas dentro de tres minutos estaré en medio de una crisis existencial porque vi una película horrorosa en la que trataban mal a los animales el otro día, y me acabo de acordar, perfecto, ahora estoy triste por ellos, porque, ¿quiénes somos nosotros para decidir sobre la vida de otros seres vivos?
Luego, están los sentimientos que se contradicen entre ellos mismos, los cuales a Yamaguchi le parecen, indiscutiblemente, los peores. Como cuando cree que Yachi es la persona más guapa del universo y, entonces, le echa una mirada a Ennoshita y es como, wow, ¿quién eres?
Todo empezó el día en el que los chicos estaban opinando en el cuarto del club después de la práctica hace poco más de dos meses. Tanaka, quien no ha madurado ni una pizca a pesar de ahora ser un alumno de tercer curso y, además, el vicecapitán, estaba hablando de -cómo no- las chicas de su clase. Nishinoya y él parecían tener una entusiasta discusión sobre estas, porque sí, Himura era la más simpática, pero no había duda alguna de que Matsuoka era la que contaba los chistes más divertidos. Como siempre en ese tipo de conversaciones, el dúo acabó hablando sobre Kiyoko, porque Himura es simpática y Matsuoka graciosa, peor Kiyoko es una diosa.
Entonces, Ennoshita entró en la conversación pidiendo que por favor dejasen de comparar a las chicas y el tema pasó a ser sobre cuan buena pareja harían Tanaka y Kiyoko si esta le hiciera caso. Con respecto a esto estuvieron de acuerdo pocas personas, en realidad, Tsukishima incluso llegó a reírse en su cara porque nunca llegaría a nada con Kiyoko.
—¡No seas envidioso! Lo que pasa es que a ti ninguna chica te hace caso.
Yamaguchi sintió que esta era su oportunidad y levantando el dedo, puntualizó: —En realidad, Tsukki es muy popular entre las chicas. Muchas me han pedido su número.
A Tanaka esto le pilló por sorpresa y ante la sonrisa cargada de superioridad de Tsukishima, tuvo que arreglar inmediatamente su error.
—No seas tonto, Yamaguchi, seguro que en realidad las chicas van a por ti. —Nishinoya le coreó por detrás apoyando la afirmación, y Yamaguchi se apresuró en negar con la cabeza. Él no se considera feo, ni mucho menos, pero sabe que Tsukishima es mil veces más atractivo que él. —Como Yachi, ¡harías tan buena pareja con ella! Podríamos ir a una doble cita, Kiyoko y yo y tú y ella, ¿qué te parece?
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La bendita adolescencia [YamaKage]
Fiksi PenggemarYamaguchi y Kageyama son dos chicos que en la normalidad de su adolescencia se dejan llevar por unos recién descubiertos sentimientos sin tener ni pajolera idea de lo que diantres significan. ADVERTENCIA: NSFW, contenido sexual explícito entre meno...