✮Parte seis.

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Se me fueron los dedos... me pase de 500 palabras aquí. ;__;

Fue a sentarse al restaurante que a menudo visitaba, para tomarse un café o a veces acompañarlo con un pedazo de tarta; pero en lo que llevaba estando en el lugar no conseguía quitar los ojos de una mesa a lo lejos

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Fue a sentarse al restaurante que a menudo visitaba, para tomarse un café o a veces acompañarlo con un pedazo de tarta; pero en lo que llevaba estando en el lugar no conseguía quitar los ojos de una mesa a lo lejos. Podría ser que era una entrometida, pero de lo que lleva disfrutando su café, el chico se la paso tamborileando los dedos en la mesa, esperando a que la chica dejara a un lado el teléfono.

Alzó la muñeca y chequeo la hora, ya pasaron veinte minutos de su descanso. Solo le quedaban diez minutos para volver, echo de nuevo un vistazo a la apenada escena frente a ella, era inconcuso que el chico estuvo esperando más de lo que ella tarda para consumir todo el café.

Se puso en pie, caminando hacia la mesa de la pareja. Lo que haría era algo que alguien hubiese hecho.

—¡Chocho! —dijo sin medir el tono de su voz, observando como el chico se giraba para mirarla. Le hizo una mueca para que siguiera el juego, así como de reojo vio a hacia la chica. —Tenía tiempo de no verte.

El chico abrió los labios, listo para responder, pero la chica frente a ellos reacciono, bloqueando el teléfono y dejándolo sobre una servilleta.

—¿Quién eres tú? —cuestionó con el ceño fruncido.

—Soy una vieja amiga de Choco —respondió tajante, aunque no debió hacerlo, pero la chica de cabello castaño ya empezaba a humear por las orejas. Deseaba reírse, pero tenía que seguir actuando. —Y lo vi de lejos, siendo ignorado y es por eso por lo que me acerqué. —sonrió.

—¿Chocho? —desvió la mirada a su novio, quien veía a la pelinegra y luego la regreso a esta. —¿A caso no vez que yo le estoy haciendo compañía?

—Mas bien lo ignoras. —contestó, arrugando la nariz.

—Me alegra volver a verte —habló esta vez el chico, llamando la atención de ambas.

Mientras esa escena transcurría, Jimin iba ingresando al restaurante buscando con la mirada a su novia, encontrándola parada al lado de una pareja. Elevó una ceja; tuvo la intención de acercarse, pero prefirió la segunda opción, buscar la mesa de ocupaba la mayor, sentándose en ella. No apartó la mirada de los tres adultos a lo lejos.

—¿En serio la conoces? —divagó, sin dejar de fruncir las cejas.

—Como dijo: es una vieja amiga. —respondió mirando a su novia. —Hacía tiempo que no volvía a congeniar con ella.

Sonrió.

Sonrisa que causó que estragos en Jimin, gesto que le desagrado.

—No quiero ser mal tercio —bufó, moviendo una mano al aire. —Solo deseaba pasar a saludar a mi amigo, es bueno que no te olvides de tu gente. —acentúo las últimas palabras, dirigiéndole una mirada mordaz a la chica. —Adiós~

Se dio la vuelta; en realidad lo que paso no había salido como en su mente lo expuso, pero al menos la chica empezó a preguntarle, dándole atención. Volvió a mirar su muñeca, torciendo los labios al darse cuenta de que solo le quedaban cinco minutos. Pero al ver quien se encontraba sentada en la mesa que ocupo, se apresuró, besándola en la mejilla y devolviendo la sonrisa que le regalo.

—¿Cuánto llevas aquí? —preguntó vagamente.

Jimin negó riendo.

—Lo bastante para ver el show que creabas, y ver como ese chico te sonreía muy... —dejo las palabras al viento.

YoonJi negó esta vez. La tomó de la mano.

—Acompáñame.

No dejó que respondiera y la condujo a los pasillos que entrelazaban a los baños. Se metió a uno que usualmente era individual. Echo seguro a la puerta y antes que Jimin abriera la boca, la subió a la mesita del lavamanos, abriéndole las piernas sin ninguna intención de doble sentido; colocándose entremedio y tomando las mejillas de su novia.

—No —la besó melifluamente. —Deberías —otro pequeño beso. —estar celosa. —rió entre dientes, dejando un penúltimo beso en los labios de la rubia que formaba un puchero.

—Es que no me gusto como te sonrió. —cruzo los brazos.

YoonJi la abrazo de la cintura, afianzando el agarre para que no cayera dentro del lavamanos.

—No le tome importancia. Solo quería ayudarlo. —explico. —Es que delante de mí se veía desagradable que el chico estuviera esperando que la estúpida de su novia le hiciera caso. —rió.

—¿Y eso a ti en qué te incumbe? —preguntó Jimin, mirándola extraña.

—Mi hermano mellizo paso por algo similar y alguien llegó ayudarlo. Actualmente es su novio. —acarició la cintura de Jimin sobre la tela, frunciendo levemente el ceño al acordarse de ese detalle.

Jimin acercó su rostro, rozando los labios con la contraria.

—Cada día me admira que siempre tienes con que justificar lo que haces.

YoonJi se ruborizó. Esta vez fue su turno de crear un puchero.

—Es que es cierto. —besó reiteradamente los labios gorditos de su novia. —Desearía estar contigo más tiempo, pero debo volver a mi trabajo.

La ayudo a bajar, sonriéndole dejó un casto beso en la frente de la rubia.

—Te vez muy linda vestida de rojo... —mordió su labio inferior, saliendo del baño.

Dejando a una Jimin muy sonrojada.

Dejando a una Jimin muy sonrojada

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𝓒𝓾𝓽𝓮 ↭ ʏᴍ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora