Capítulo 14. Empatía.

116 5 0
                                    


*Narra Trístan*

Por primera vez en toda mi carrera, quería y sentía una necesidad de acunar en mis brazos a esa chica frente a mí, ¿pero qué estoy diciendo?

Ver cómo se desplomó en el diván, cuando sus lágrimas empezaron a brotar de sus hermosos ojos, cómo se agarraba el pecho, que al parecer estaba sintiendo el alivio de soltar todas las cosas que ha estado callando durante tanto tiempo. Me sorprendió a mí mismo la capacidad que ella tiene de buscar por sus propios medios salvación, ella no es común, lo puedo percibir. Otra persona en su caso hubiera buscado una solución, la que la mayoría hace en momentos de angustia desenfrenada, el suicidio.

Amelia será mi enfoque principal, sus cicatrices serán borradas por la crema de mis terapias. Yo siempre me comprometo al 100 por ciento con mis pacientes, pero este caso me preocupa mucho. Por sus frecuentes cambios puedo escribir en mi bitácora que Amelia tiene inestabilidad emocional, la cual es bastante notable. Sus episodios tienen una raíz, Amelia no conoce lo que es el apoyo, no estableció un vínculo afectivo con sus padres, y ellos, al parecer, no le dieron importancia a la formación de un vínculo así durante su crianza.

No me resultaría extraño si en algún momento intenta romper el compromiso de asistir a cada terapia, ya que por el tiempo que tiene apañándoselas con sus problemas, en algún momento o en alguna recaída va a pensar que puede seguir sola, así como lo ha hecho durante todo este tiempo.

Estoy seguro de que esta noche ella podrá dormir bien, se sinceró, y eso es muy significativo tanto para mí como para ella, puesto que hoy liberó una gran carga emocional. Su nivel de cortisol va a disminuir considerablemente, lo que dejará a sus neuronas producir suficiente melatonina para que pueda tener un sueño reparador. En nuestra próxima terapia me enfocaré en su insomnio, es importante para mí, ya que no quiero recurrir a medicarle, haré todo lo que esté en mis manos para que ella pueda salir adelante, cuando estemos más avanzados, un grupo de apoyo le servirá, esto la ayudará a relacionarse con personas que han pasado por lo mismo, le hará ampliar su capacidad para denotar que todos podemos salir adelante cueste lo que cueste.

**********

Mamá preocupada llamando a Trístan

—Lo siento, mamá, creo que me fui por unos segundos-.

—Cariño, ¿te pasa algo?, ¿día difícil?-

Estoy en casa de mi madre, cenamos todos juntos los miércoles, me quedé absorbido en mis pensamientos. Involuntariamente me quedé pensando en ella.

¿Cómo será su sonrisa irradiando felicidad?, ¿cómo será su aura cuando no está triste o abrumada? Estoy imaginado cómo serán sus carcajadas.

—No, mamá, es solo que estoy un poco cansado, no te preocupes.

—Hermano, la boda será en cuatro semanas y todos estábamos pensando, de hecho, también nos pusimos de acuerdo en que te queremos ver allí con compañía femenina.

—Andrew, no presiones a tu hermano.

—Mamá, tú también estuviste de acuerdo.

La observo y veo como fulmina a mi hermano en la mesa.

—Ajá, ya comprendo, con esto de compañía femenina están insinuando que soy gay, ¿no?—elevo una ceja y todos en la mesa se ríen.

—No hermanito, es solo que ya quiero que me presentes una cuñada, no queremos que termines como el tío Harold.

Es el turno de hablar de mamá —. Ya dejen las burlas con su pobre tío. Cariño, no tengo vida eterna, tu padre y yo esperamos algún día verte con una gran mujer que reconozca la maravilla de hombre que eres, y si es posible, hasta ver mis nietos nacer.

No lo puedo creer, mi familia tiene más ganas que yo de conocer a una chica de mi parte, en gran medida tienen razón, ya Louis tiene pareja y mi hermano Andrew se casará en unas semanas, entiendo que tengan pocas esperanzas de mi parte. Por cierto, el tío Harold, es un hermano de mi madre que nunca tuvo interés en conseguir una compañera con la cual compartir su fortuna, y murió solo, con mucho dinero, muchas propiedades, pero solo.

Tengo media hora que llegué a casa, me recosté luego de revisar mi bitácora y organizar mi agenda. No he dejado de pensar en ella ni un maldito segundo, no paro de dar vueltas en la cama, y me pregunto ¿cómo se encontrará ella en estos momentos? No sé si esto es porque estoy muy interesado en ayudarla, o porque.... No me puedo permitir pensar tanto en ella, sería muy poco profesional.

Enamorado de una paciente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora