ALGUNA VEZ, EN ALGÚN LUGAR DE ESTE MUNDO ALGUIEN DIJO QUE A VECES LOS ERRORES PUEDEN SER HERMOSOS, Y HE DE DECIRLES QUE MI MEJOR ERROR ME LLEVO A TI.
Lee Felix un chico pelirrojo de 16 años.
Tierno, decidido y muy apuesto, estando borracho envía po...
- ¿Me estás diciendo que Felix es tu nuevo vecino? – Changbin se apresuró a poner la mano en la boca de Minho que prácticamente había gritado todo.
- Pero no lo grites – Regaño quitando su mano.
- Eso significa que tienes una oportunidad
Changbin lo miro confundido, ¿oportunidad? Aparto su mirada y siguió buscando dentro de su mochila el cuaderno que usaría en las primeras horas. - ¿Cuál oportunidad?
- De acostarte con él – Una sonrisa burlona salió de los labios de Minho, al notar la cara molesta de su amigo castaño
- Basta con eso Minho – Murmuro Changbin molesto – Ni siquiera lo conozco y aun si fuera así no me acostaría con él, puedo ser gay pero no puto.
- Ya, ya, lo siento
Changbin suspiro cansado, no encontraba su cuaderno por ningún lado, echo su cabeza hacia atrás con frustración y miro a su amigo quien escribía en su teléfono.
- Iré a mi casillero, creo dejé mi cuaderno ahí – Aviso a Minho quien asintió sin mirarle.
Avanzaba de forma lenta por los pasillos, realmente no le importaba llegar tarde a la clase aunque eso manchará su perfecto historial, por una vez quería hacer algo inusual que no fuera parte de su rutina, suspiro y levanto la mirada visualizando su casillero a la distancia, lo abrió lentamente y se tomó su tiempo en buscar y sacar por fin el cuaderno que necesitaba, cerró con cautela mientras la campana de la escuela se hacía oír por todos lados despejando los pasillos llenos de estudiantes. Estaba a punto de retomar su camino hacia el aula cuando un chico con una pila enorme de libros llamo su atención.
Nunca había sido solidario en la escuela así que realmente no le importaba por lo que continuaría con su plan principal que era ir a clases, claro, lo hubiera hecho si no fuera porque la mitad de los libros que traía el chico cayeron al suelo dejando a la vista su rostro.
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La mudanza había sido completamente agotadora, solamente había dormido tres horas y hubiera sido menos si no se hubiera saltado la alarma y levantando 40 minutos tarde. No había tomado el desayuno y su uniforme estaba arrugado, estaba siendo un día muy horrible. Al ingresar a la escuela se topó con su maestro de literatura, ahora paseaba por los pasillos hacia el área de maestros con una pila enorme de libros, era realmente difícil mantener el equilibrio con tantos libros pero no quería hacer dos viajes porque eso significaba ir de nuevo al aula de Chenle y no quería verle la cara.
Maldijo internamente cuando la mitad de los libros cayeron al suelo, solo eso faltaba, se agacho para comenzar a recogerlos y apilarlos de nuevo.
- ¿Necesitas ayuda? – Escucho una voz frente a él a la vez que una manos comenzaba a pasarle los libros que había caído lejos.