7. Anestesia

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Narrador omnisciente.

"¡Shawn!" Monica saludo al joven quien tenia los ojos sobre su hija a todo momento. La ex castaña sintió las piernas temblarle. No sabia si se trataba de un sueño o en realidad Shawn estaba ahí, justo al frente suyo, vistiendo un traje. La última vez que lo había visto así fue en su baile de graduación y si ese le gustaba, el azul que estaba usando en esos momentos le ganaba por mucho. Resaltaba mas esos ojos brillantes y al parecer felices de verla.

"Emma." Sintió como era ligeramente golpeada por la espalda, se había quedado congelada, frente a sus padres, los padres de Shawn y el mismísimo Shawn. "Saluda." Monica le susurro entre dientes pensando que se debía a la mala actitud de su hija, ni siquiera sospechaba lo que esta sucediendo.

"Hola." Emma estiro su brazo y su mano permaneció rígida frente a Shawn, el sonrió, sabia lo nerviosa que podía ser Emma y lo incomoda que era la situación para ella. Justo como lo había planeado.

Sonrío cínico y tomo su mano para llevarla a su boca, sus suaves labios besaron los blancos nudillos de Emma, la morena podía sentir como le faltaba el aliento.

"Vengan, siéntense a cenar con nosotros." Monic le pidió a sus invitados acompañándolos a la mesa.

Todos tomaron asiento, Shawn arrastro una silla hasta el lado de Emma. Gabriela Brashier los miraba con diversión y su esposo numerosas veces la reprendía por poner en vergüenza a su hijo. A diferencia de las otras fiestas de aniversario los abuelos moore solían celebrarlas durante la tarde-noche, justo igual que su boda años atrás.

El tintineo de una copa y el carraspeo de la garganta de Jim hizo a todos callar y prestar atención en su dirección. Miro a sus padres quienes ya habían regresado a su mesa.

"Buenas noches, buenas noches. Se supone que el hijo mayor es el esta especie de discursos, para mi mala suerte sandra mi hermana se encuentra en Sydney así que me han jodido..." Las risas se escucharon, mientras tanto Las risas se escucharon, mientras tanto Emma y Shawn seguían dándose unas miradas de reojo en todo momento.

"El día que le llame a mis padres para contarles que me casaría con Monica papá me aconsejo que fuera lo más pronto hasta donde ella y que le pidiera que me golpeara el rostro, dijo que debía mantener mis ojos cerrados en todo momento, yo dije ¡este hombre esta loco! ¡¿Por qué querría recibir un golpe sin ningún motivo?!"

Emma sonrió y miro a su abuelo quien reía cruzado de brazos escuchando a su hijo.

"Me dijo que no fuera un chico estúpido y le hiciera caso, así que lo hice, le explique a Monica y ella reacciono igual que yo, pensábamos que el viejo estaba perdiendo la razón... Papá me dijo pasame a la chica y hablaron por unos minutos, después de eso tome el teléfono y cerré los ojos y Auch..." Dijo sobando su mejilla como si pudiera recordarlo. Su esposa todos los demás rieron.

"Papá dijo abre los ojos ahora y entonces la vi, mi futura esposa luciendo sonriente y mas hermosa que nunca, ya no sentía nada.¿Recuerdas lo que dijiste después papá?" El hombre asintió levantando su pulgar. "El me dijo, en el matrimonio y en el amor habrá numerosos tropiezos y problemas incluso golpes y se sienten básicamente como uno en el rostro, la ventaja es que a partir de ahora m cada que recibas vendrá después.. ella te va regalar una sonrisa y si esa sonrisa y si esa sonrisa es suficiente para olvidar el dolor al instante, entonces si hijo, haz encontrado a la mujer correcta..."

Monic miro a su marido con adoración, la gente sonrió, incluso Emma lo hizo desde su asiento.

"He aprendido mucho de esta pareja, y puedo decir que mi hogar no seria igual sin haber aprendido todo lo que ellos me enseñaron, así que brindo por mis padres, Alexander y Babi Moore y por todos los que han encontrado la anestesia a su golpe.. Salud."

Los aplausos y silbidos se hicieron presentes poco después la música volvió a llenar el lugar.

"Vaya no hay manera de ganarle a eso." Shawn murmuro cerca del oído de Emma. "Ni con todas las margaritas del mundo."

Emma quiso reír pero se contuvo tomando la copa con un poco de champagne dio un corto trago y la regreso a su lugar para después hablar.

"¿Me dirás que haces aquí?" Le murmuro en voz baja.

"Es una fiesta." Se señalo a si mismo."A Shawn le gustan las fiestas." Emma rodó los ojos con diversión.

"Claro sobre todo las fiestas de ancianos."

"Hey no los menosprecies, la gente adulta sabe divertirse. ¿No ves a la pareja de por allá?  Señalo discretamente a la pareja de cabello pimienta. "Se han quitado la dentadura y besuqueado por un buen rato, la pasan bien." Shawn saco su lengua moviendola de un lado a otro, Emma pudo evitar reír.

"Asqueroso." Su voz llena de humor hizo sonreír a Shawn.

"Realista. ¿Crees que querrás besarme cuando no tenga dientes?" Emma bufó.

"No te beso teniéndolos mucho menos sin ellos." El chico enmarco su perfecta ceja en lo alto de su rostro.

"Oh bebé... bebé ni quien te crea eso." Emma ignoro el calor formándose en su estómago. Golpeo ligeramente el pecho de Shawn quien ya se había acomodado muy cerca de ella con su brazo justo detrás del respaldo de su silla. Fijo la atención en la pista de baile y en las parejas en ella.

"Tu mamá es muy linda." Dijo mientras la observaba desde lejos bailando con su marido.

"Algo imprudente también." Emma giro hacia Shawn.

Observo su perfil y sintió tantas ganas de hacer girar su rostro y besarlo con fuerza; habían pasado tantos meses y realmente su cuerpo le pedía a gritos que no fuera tan orgullosa. que por una noche se dejara llevar, que hiciera caso a sus sentimientos pero Emma tenía miedo, el dejarse llevar siempre había traído malas consecuencias.

"Ten." Ni siquiera noto cuando Shawn saco de su bolsillo el pequeño sobre, igual que le entregaron por la mañana.

"Espera." Dijo buscando nuevamente en sus bolsillos, de el saco una pequeña margarita casi del tamaño de su dedo y se la entrego. "Esta es la ultima, no habrá mas."

Emma sintió la bilis subirle a la boca, con temor de lo que se tratara abrió el sobre revelando el pedazo de cartón y la corta palabra en el.

conmigo?

"Yo n-no entiendo nada." Emma balbuceo. "¿Contigo que?"

"Junta las otras dos." Pidió el chico. "Junta las otras dos palabras Emma, de las antiguas tarjetas."

"Yo solo tengo dos." Dijo levantando el cartón.

"Las flores de ayer, ¿te llegaron al trabajo?" Entonces entendió le falto leer la primera, la que había guardado en su bolso.

"Mierda." Susurro por lo bajo.

"Bien creo que mi intento de ser romántico ha sido arruinado." Sus gestos eran de molestia, cruzándose de brazos y frunciendo el ceño mientras empezaba a hablar mas y mas alto. "Gracias Emma enserio gracias, tengo días planeando esto y tu solo ignoras todo lo que digo y hago, tomo un vuelo hasta acá solo para poder hacer algo lindo para ti y tu solo..."

No pudo terminar cuando los labios de la ex castaña se habían estampado contra los suyos. Eran tan suaves, tan dulces y tan adictivos. Emma sonrió sobre su boca antes de alejarse y ver la escena de como Shawn abría los ojos lentamente luciendo completamente ido.

La chica le sonrió y Shawn sintió su pecho golpear con fuerza. Emma se levanto de pronto y extendió su mano hacia el.

"Se que me arrepentiré en cualquier momento pero..." Suspiro. "Basta con dos tarjetas para entender que se trata de bailar, así que levanta el culo del asiento y llévame a esa pista de baile." (Lo siento es tan stydia :3)

Shawn  no perdió el tiempo y se levanto de golpe, tomo la mano de Emma entrelazando sus delicados dedos con los suyos y la jalo hacia la pista. Emma coloco su mano sobre el hombro de Shawn mientras la otra seguía unida a la suya y empezaron un movimiento lento y seguro para ambos.

"¿Estamos bien?" Susurro Shawn.

"Tal vez por esta noche."

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