Recovecos de una mente rota

Lo que repta en el umbral.

Conciliar el sueño es un problema que me acosa desde hace tres noches, la madrugada crepuscular en la que un miedo ignoto me acosó a tal grado de levantarme a las 2:49 am, el gruñido lejano de una fiera desconocida, combinado con silencio pausado fue lo que perturbo mi placentero sueño, aquel sonido provenía de afuera, asome a la ventana para descubrir aquello que turbó mi valentía, no había nada, solo estaban los gatos hurgando la basura que salieron corriendo al escuchar la ventana abrirse, solo estaba aquel callejón oscuro que te perdía en vacío solo al mirarlo, de él emanaba una perturbadora profundidad, como una cueva inexplorada, una puerta al infierno que te llamaba para saciar tu morbosidad y descubrir lo que en él yace.
El silencio predominaba la calle, la tranquilidad de está agitaba mi corazón pues todo estaba "muerto", tan repentino como altisonante desde aquel maldito callejón llegó aquel rugido, aquel ruido extraño que jamas había escuchado, una rara combinación de un rugido, un grito, un chillido y un "barrito" (grito de los elefantes); aquel sonido ignoto rompió la barrera de mi valentía, ahogado en angustia y lleno de miedo quedé sórdido e inerte varado en el balcón, aquel maldito animal debería ser lo suficientemente grande como para no caber en aquel callejón, aquello no era familiar, eso debería de haber sido un horror antiguo, un primigenio reclamando su tierra, desde la profundidad de aquel vacío inerte, asomó un par de ojos, oculares sin párpados, profundos, tan profundos que te perdías, una mirada fría y sanguinaria, 2 metros de altura y una distancia de 3 metros era lo que me separaba de aquél ente, estaba parapléjico ante su mirada, me observó durante unos segundos, segundos que parecieron minutos, aquello se arrastro hacia lo profundo, se perdió en la oscuridad.
Sigo esperando con mi escopeta en mano, no he salido en 3 días de mi casa, sigo observando aquel maldito callejón, esperando que aquello salga, cada noche lo escucho gutural, aquel gruñido, grito, aquel sonido que hace se escucha cada vez mas fuerte. Esta noche bajaré y entrare ahí, esta noche podré dormir de nuevo.