Ha pasado tanto tiempo desde la ultima vez que vi a mi madre, ella siempre fue hermosa, tan elegante y astuta, siempre apegada a su rol de Ama de casa, buena esposa y buena madre, cuidaba de mi hermana Ximena y de mi, la última vez que la ví fue a los 8 años.
Mi padre era un macho misógino, sumisaba a mi madre, iba a trabajar a las 8 de la mañana y regresaba a las 3 de la tarde, su rol de vida era muy banal, a las 7 am mi madre ya debería tener el desayuno listo para llevar, de no ser a si mi padre le propinaba unos golpes, al llegar a casa debía estar el almuerzo si no pasaba igual, un saco de box era mi madre, terminando de comer se sentaba en un sillón que había proclamado como su "trono", donde frente a el veía programas entupidos como el Fútbol y cualquier reality show donde hubieran mujeres sexys en traje de baño, desde ahí solía exigir a mi madre cerveza, frituras y sexo. Padre era un ogro o eso decía mi hermanita, siempre intentaba alejarnos de él, nos la pasábamos en mi cuarto, cada noche después de embriagarse mi padre, madre subía corriendo a nuestro cuarto, nos acostaba en cama, nos contaba una historia y "dormíamos"; yo siempre me quedaba despierto escuchando cómo mi padre golpeaba y violaba a mi madre cada noche, a la mañana siguiente siempre había un moretón nuevo.
Era una rutina que se había cultivado desde hace 4 años, una noche le adelantó la golpista, llego tarde exigiendo comida y ebrio, mi madre no tenia comida hecha y a padre nunca le gusto esperar, aquel día el saco de box se convirtió en carne magullada, era hora de dormir y como cada noche madre subió a dormirnos, al entrar a la habitación vi como sangraba de la nariz, el labio partido, los ojos morados, su ropa rasgada, su vestido blanco tenía estampado suela de zapatos en el estomago, en la espalda; venia sonriendo y tallando su muñeca, Ximena era muy pequeña para darse cuenta de todo...
-Mami tenemos que dejarlo, vámonos a otro lugar, un día te matará, no puedes seguir así- le dije mientras la abrazaba.
-no te preocupes amor, esto terminara pronto, él es bueno, solo llego estresado hoy- dijo madre mientras dormía a mi hermana.
-mami te quiero mucho- le dije mientras me acostaba con Ximena para dormir.
-los amo mis niños, su padre dejara de hacerme daño- nos dio un beso y se fue.
A la mañana siguiente todo era como siempre, padre ya se había ido a trabajar, mamá tenia listo mi desayuno y el de Ximena, y me fui a la escuela.
Llegue a mi casa como siempre y fui al comedor, padre estaba ahí sentado en la mesa;
-Alex ¿que tal la escuela hijo?- me dijo el muy cínico.
Que te importa maldita escoria, nunca te importo, pensé, me limite a decir...
-Bien, todo bien, ¿Y mi mamá?-
En eso sale mi madre de la cocina con dos platos de sopa...
-hola cariño, siéntate vamos a almorzar- ella estaba inquietantemente feliz, su rostro era muy frío y forzado.
Sirvió la comida que lucia un poco extraña, se sentó y nos observó.
-coman, está delicioso- dijo mientras sorbía su sopa.
Mi padre comenzó a comer, me limite a probar la sopa un poco y no comí más.
-¿Fuiste por Ximena a la escuela mujer? Dijo mi padre.
-hoy no fue a la escuela cariño- mi madre se levanto y se acerco a mi padre.
-¿Dónde esta?- dijo mi padre.
-¿No te gusta su sabor?, ¿no está deliciosa?- dijo mi madre con una inquietante sonrisa en su rostro.
Yo estaba desconcertado de todo ello, esa actitud era muy inusual en esta casa, entonces...
-¿de que estas hablando maldita zorra?- mi padre se levanto enojado de la mesa con intención de estrangular a mi madre.
Mi madre saco de su mandil un cuchillo y lo clavo en la garganta de mi padre.
-Te comiste a tu hija, ¿verdad que sabe deliciosa?, Ximena es tierna sabe deliciosa cariño- mi madre tenia los ojos brillantes y su sonrisa era muy inquietante, tan penetrante que me dejó inmóvil.
-Alex te dije que ya no sucedería mas amor- madre se degollo y se desplomo al piso.
"Te amo" fueron sus ultimas palabras.
Yo no podía gritar, no podía moverme, todo era tanto para mí que me quede ahí completamente desconcertado...
Después de un tiempo me dirigí a buscar a Ximena para salir de este lugar de horror, no la encontré en el cuarto, la busqué y la busqué hasta que decidí entrara a la cocina...
Al entrar todas mi emociones reprimidas explotaron, mi corazón se aceleró, mi respiración se volvió pesada, horror, angustia, tristeza, odio... una oleada de sentimientos me abordaron e hicieron que colapsara y gritara desesperadamente...
Pues en la cocina estaba Ximena, yacía colgada boca abajo con el estomago abierto, las tripas colgando, cercenada de un brazo y una pierna, sin ojos, sin lengua, desollada en partes de su cuerpo, el charco de sangre en el piso aun goteaba hacia abajo, en la estufa estaba una hoya, una hoya en la que sobre salía un brazo y una pierna, los utensilios de cocina manchados de sangre y en la tabla de picar habían resto de piel y huesos...
Después de incontrolables gritos me desmayé...
He vivido 10 años con aquel recuerdo y siempre es igual, los antidepresivos ya no me son suficientes, las drogas me han dejado en banca rota y me han jodido mas la vida, por las noches veo a mi madre diciendo que todo estará bien, cada noche extiende su brazo hacia mi, ahora entiendo, ella quiere que vaya hacia ella, solo así todo estará mejor, esta noche dormiré acurrucado junto a mi hermanita, esta noche mi dulce madre nos contara una historia.
ESTÁS LEYENDO
Recovecos de una mente rota
RandomEscribo lo qué quiero, mis sentimientos o mis historias de horror, lo que sea, si te animas a leer Gracias.