Capítulo 3.

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-Y entonces Roxy sería algo como un dragón escupe sermones, que si lo piensas bien, queman más que el fuego.- dice Emma, en su gran suposición fantasiosa de como sería mi vida en un cuento de hadas, aunque supongo que para ella lo es, ya que la suya ha sido un auténtico cuento de terror, Trato de contenerme mientras nos pintamos las uñas en mi habitación. Mi cuarto es como mi vida en todo su esplendor; tengo fotos desde que nací hasta la que Emma y yo nos tomamos hace un rato en el centro comercial, tengo fotos de todo lo que me gusta, de todos a los que amo y de mis sueños por cumplir.

-Basta Emma, no se por que no se agradan ustedes dos, ella es como una segunda madre para mi, lo sabes, y tu eres mi hermana; ambas se empeñan en hacer esto difícil para mi.- La mayoría del tiempo se lanzan indirectas,miradas matonas, e incluso un día Roxy habló conmigo por que le preocupa que Emma me llene la cabeza con cosas sin sentido, segun Roxy, Emma es una niña muy envidiosa e hipócrita. Tengo que decir que aquel día me enfurecí bastante con ella y le rogué no volver a hablar mal de mi mejor amiga. Ahora tengo que tranquilizar los comentarios de Em.

-Bien, no te enojes conmigo, sabes que ella comienza todo...

-Em...- la interrumpo.

-Vale, está bien, sigamos: La princesa Ev, heredera del reino Karett, conoce a su príncipe, un joven rubio que claro, es heredero de los Mortiegan.- dice con empatia.

-Y, ¿eso es lo que me atrae de él?- le pregunto, ya que su cuento no va por buen camino.

-¿Me dejas terminar?- se aclara la garganta- como decía, este apuesto joven, Nicolás creo que le pondré, se enamora tanto de ella que le pide matrimonio, ella acepta en seguida ya que, a pesar se su dinero, él es muy tierno y dulce con ella. Pero para la mala fortuna de la princesa Karett, los reyes se oponen a esta unión, pues consideran que es demasiado pura e inocente para un joven tan vivido y con ganas de vivir aún más.

-Wooow, que palabras.- Nos reímos y Emma se come una galleta del paquete, sus favoritas que siempre compra en ese centro comercial.- Bien, continua, ¿como lo arregla Eva?- admito que me interesa saberlo.

-La princesa Eva por favor- me responde con la galleta aún en la boca.- Bueno, pues ella pide ayuda, a su hada madrina, una simpática joven llamada Em, muy linda y encantadora, con unos labios bellos y perfectos, sin decir que...

-Vale, ella es guapa. ¿El punto?- Emma podrá ser tímida, pero es la menos modesta, sabe lo que tiene.

-Entonces ella le regala un hermoso vestido y zapatillas, le dice que si lo quiere de verdad, se fugue con el hacia una fiesta, donde se casaran, para cuando regrese al castillo de sus padres, ya sería tarde.

-Esa hada madrina es tan imaginativa.- Suena la alarma de su celular y me sobre salto, ella cambia su expresión y la apaga.

-Bien, es momento de irme. Por favor Eva, ten cuidado y diviértete mucho, que Nico sea lindo contigo.- Me da dos besos en ambas mejillas y toma sus cosas, la acompaño hacia la puerta, quisiera decirle algo respecto a la fiesta, pero no me salen las palabras, solo digo:

- ¿Segura no quieres que te lleve?- Vaya, que forma de cambiar el tema.

-No linda, estoy bien. Suerte, me cuentas los detalles en cuanto regreses de la fiesta y me los vuelves a contar cuando regrese de con mis tías. Ya te extraño.-hace carita triste y se va. Se cierran las puertas y Roxy a lo lejos me dice que entre a casa. Le hago un gesto y ella comprende. Paso la siguiente hora caminando en el jardín que rodea mi casa, con una idea en la cabeza: Soy una cobarde.

Síndrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora