Solo Sexo [Jenlisa G!P]

Capítulo 7

-Hola-. Saludó Lisa acercándose tímidamente-

.-Hola-. Respondió intentado sonar indiferente-.

-¿Para que querías que viniera?-. Preguntó insegura, esa postura fría de Jennie la confundía-.

-Si quieres asegurarte de que no le he dicho a nadie lo que pasó entre nosotras, tienes mi palabra de que sigue siendo nuestro secreto-. Explicó hablando muy rápido-.

Jennie la miró recorriéndola descaradamente, alzó una ceja y le dio una sonrisa, sabía que Lisa estaba hablando tanto y tan rápido porque estaba nerviosa y le encantaba ponerla así. La explicación no pudo importarle menos, la verdad es que desde que se conocieron Lisa le había dado confianza, las veces que le prometió algo siempre lo cumplió, por lo que ahora no tendría porqué ser la excepción. La coreana se fue acercando lentamente hasta romper toda distancia entre ambas. Se aferró a su cuello y acercó sus labios para darle un beso que simplemente le quitó la respiración. La lengua de Jennie pidió entrar de manera violenta y no tuvo obstáculo por parte de Lisa quien abrió su boca para luego con sus manos tomar posesión de la cintura de la chica y atraerla hacía ella, requería con urgencia del contacto de su cuerpo. No entendía que poder ejercía Jennie Kim sobre ella, ni como ese aroma tenía la facultad de embriagarla al punto de perder la razón, lo único que tuvo claro en ese instante es que la necesitaba. La necesitaba completamente para ella.

Jennie fue empujándola hasta que la otra chica golpeó su espalda contra la puerta, la coreana ágilmente con una de sus manos buscó el pestillo de la puerta para asegurarse de que nadie entrara a interrumpirlas. Lisa comprendió el mensaje y rápidamente hizo un cambio de posiciones, tomando en parte el control de la situación. Se apropió de su cuello y aprovechando su mayor altura y fuerza la tomó por la cintura para que Jennie envolviera sus piernas alrededor de su cadera. La llevó hasta el lavamanos para apoyarla y seguir besando y tocando todo el cuerpo de esa mujer que la enloquecía. Jennie lo primero que quitó a Lisa fue el pañuelo para continuar con la estorbosa camiseta que la estaba privando de ver ese cuerpo atlético. Lisa no se negó y levantó los brazos para facilitarle el trabajo, mientras ella buscaba el cierre del uniforme de Jennie para sacarlo pronto de su cuerpo. En sólo un par de segundos ambas ya estaban semidesnudas comiéndose la boca a besos ardientes mientras sus manos recorrían con deseo el cuerpo de la otra. Jennie sentía cómo la humedad ya se había apropiado de su sexo y necesitaba más que caricias para apagar todo ese fuego que la poseía por dentro. A tientas con una de sus manos buscó su bolso y sacó de el un preservativo. Lisa no se había percatado de la acción porque estaba demasiado ocupada sacando el sujetador de la coreana para recorrer con su lengua esos pezones que se ponían duros al más mínimo contacto, con su mano los masajeaba para volver a la boca de Jennie y morder con desesperación su labio superior. Podía sentir como ese bulto entre sus piernas crecía, y pedía gritos ser liberado.

Jennie quitó también el sujetador de la chica para quedar en igualdad de condiciones, el roce de sus pechos la volvía loca. Luego se lanzó a desabrochar con habilidad los jeans que llevaba Lisa, lo bajó lo suficiente para poder deshacerse rápidamente de la ropa interior y que el erguido miembro se mostrara en todo su esplendor. Lo comenzó a acariciar, como lo había hecho la primera vez, sólo que ahora no tenia la más mínima intención de que acabara en su mano, sino dentro de ella.

Los gemidos que Lisa emitía al sentir esa intensa caricia, hacía que Jennie se excitara más aún si eso era posible, por lo que ya necesitaba tenerla dentro de sí.

-Vamos quítame la ropa y ponlo dentro de mi-. Susurró la coreana-.

No se lo tuvo que repetir, con un movimiento quito el hot pants la pequeña tanga, dejando solamente la diminuta falda que no era impedimento para hacer lo que su coreana le estaba pidiendo. Jennie rompió el envase del condón y ella misma lo puso dónde correspondía. Aprisiono con más fuerza sus piernas alrededor de la cadera de Lisa para sentirla más y que así pudiera comenzar con las embestidas.