Los recuerdos.

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Ahí estaba, atrapada en una habitación oscura, sola, las lágrimas brotaban de mis ojos incesantemente, realmente mi valor superaba mi miedo, hasta que, unos pasos se escuchaban venir a mi en esa inmensidad, cada vez más rápido.-Es momento de morir-.Pense y...

Diez años atrás.

-Vamos Selene, ya está el camión de la mudanza-. Oi la voz clara de mi madre gritarme desde abajo.

-Voy-. Respondi tranquilamente bajando las escaleras mientras cargaba en mis brazos una caja con algunas de mis cosas.

Soy una chica de doce años, soy la mayor en mi familia, seguida de tres hermanas y un hermano, algo normal.

-¿Ya nos vamos?-.Dijo mi hermano pequeño.

-Claro cariño, ¿Keo, Ele y Luli estan arriba de la camioneta?-. Pregunte mientras salia de la casa luego de aquel, en ese momento cerre la puerta, saludando a mi vieja casa casi en un susurro.-Adiós-.

En aquel momento, mientras cerraba la puerta, una brisa gelida acarició mi piel, achine mis ojos y fui corriendo con el pequeño Eliel, asi se llama mi hermano, hasta la camioneta, subimos, en el mismo estaban todos, asi que emprendimos el viaje.

(...)

El viaje se estaba volviendo tedioso, llevábamos tres horas en la camioneta y  los más chicos comenzaban a desesperarse.

-¿Falta mucho Mamá?, estoy muy aburrida-.Dijo luli, la pequeña de siete años.

-Eso, eso, nos aburrimos-.Musitó Eliel, este tenia solo un años menos, bueno estaba por cumplir seis años.

-Puff...Duermanse y ya-.Les dije a estos, mientras apoyaba mi cabeza a la ventana del auto, exhale levemente y vi como se empañaban los vidrios del mismo, algo extraño, pues estabamos en pleno verano.-Madre, ¿Has prendido el condicionado?-.Su negativa me desconcerto, pero limpié el mismo e intente dormir, apesar de la insistencia para jugar de los pequeños.

Mi hermana Keo y Ele, iban hablando de los chicos que conocerían.

-Vamos Ele, eres pequeña, no se porque dices eso-.Pude oir a Keo decirle, todo esto sin abrir mis ojos-Además no te veran, tú estas loca-

-Deja a tú hermana-.Dijo mi madre estresada.

-Ya estoy acostumbrada, esta tarada siempre me llama loca-.Un pequeño berrinche de la rubia de nueve años.

-¡Eleonor!-.Grito mi Madre, yo contuve la risa hasta el grito de la rubia.

-¡SELENE ME ENSEÑO!-Al oirlo no lo podia creer, la pequeña me echaba la culpa de todo, abrí mis ojos y le lance una mirada seria.

-Yo no te he enseñado nada T...-.Antes de decir la frase completa suspire aliviada, pero no evité mirar a mi madre, esta tenia sus ojos color miel clavados en mi.-Jo, no he dicho nada, tranquila, en cualquier caso, hubiera sido réplica a la de ella-. "Hmm"Fue el único sonido que emitió y volvió su vista al frente.

-Papá, ¿Por qué estas callado?-Dijo metiéndose en medio Eliel, a lo que aquel ladeo la cabeza y no emitió sonido.

-Oye...Olvidalo, sabes necesita concentrarse-.Aquél hombre, no era mi padre, pero lo conocia bien ya aveces sus silencios eran tan incomodo, que podia sentir como un escalofrio subía toda mi columna vertebral, hasta mi nuca ladee mi cabeza y me acomode.

Lentamente mientras avanzabamos, quede dormida con el rostro pegado al vidrio, apenas se oían ruidos.

-Selene~...despierta~...-Podia oir susurros estremecedores, en lo más profundo se mi-Ya es hora-.

-¡Vamos Selene!-Senti las manos de mi Madre en mis brazos, esta me sacudio leve mientras decia mi nombre-¡Selene!-Me desperté precipitada y la confusión se agolpó en mi cabeza.

-¿A-Ah?, ¿La nueva casa?-.

ℓα мυ∂αиzαDonde viven las historias. Descúbrelo ahora