Capitulo 58: Amanecer...

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"Que buen té" En sus visitas temporales a la aldea, a Jiraiya le encantaba pasar por el hogar de su estudiante y disfrutar de sus habilidades culinarias, el té y la pieza de tarta era algo glorioso para el, aunque… "¿Qué llevas puesto?"

"Es que la grasa no es fácil de quitar de la ropa" Minato sonrió de forma brillante sin imitarse por la mirada extrañada del sabio de los sapos.

Minato Namikaze era a uno de los ninjas más poderosos del continente, que con su sola mención hizo que toda Iwa temblara hasta sus cimientos, su talento, velocidad y habilidades eran incomparables, todos lo venían incluso como una deidad en el campo de batalla.

Ahora estaba usando un delantal rosa y un clip en su cabello para que los mechones de su cabello no cubrieran su rostro, era una imagen… extraña.

"Lo siento, estaba dándole papilla a Naruto-chan y el tiende a tirar de mi cabello" confesó con un pena mientras se quitaba los clip de su cabello y colgaba el delantal en una de las sillas.

"¿Kushina no debe hacer ese tipo de cosas?"

"Yo que"

Jiraiya sintió un escalofrío que tambaleó su cuerpo, mirando sobre su hombro vio a la recién nombrada que tenía al pequeño Naruto de dos meses de vida en una carriola, ella había salida a dar un paseo con su hijo con su mejor amiga Mikoto en el parque, al volver a su hogar no espero ver al padrino de su pequeño dudando de su papel de madre.

"¡Oh Kushina! ¡Que radiante te ves hoy!"

"Por favor sírveme un té Minato" la pelirroja ignoro olímpicamente al viejo sapo para sentarse cerca de su esposo, que con una sonrisa le sirvió una taza de té, "¿Y que te trae aquí? ¿Ya hiciste suficiente de tú 'investigación' en Suna?"

"Vaya que si, si solo vieras esas manantiales dónde todas esas bellezas van a…" parando a mitad de su relato noto las miradas planas de la pareja, "¿Por qué me haces quedar como un tonto ante mi estudiante y el niño?" gruño al ver la mirada burlona de la Uzumaki que estaba cargando a su hijo.

"No es necesario que yo lo haga, y preferiría que Naruto-chan no sea parte de esas investigaciones ni en un millón de años, no quiero un hijo pervertido" damos un bufido desabotono algunos botones de su camisa y sin pena empezó amamantar a su pequeño.

"Con una madre marimacha como tú, pienso que ese chiquillo la tendrá difícil" Jiraiya estaba orgullo de llamarse a si mismo un pervertido, incluso un súper pervertido, pero tenía una moralidad alta con ver cómo Kushina daba a su pequeño de comer, no era una imagen de que el llegué a pensar de forma lujuriosa, sino más bien de reflexión, "Nunca pensé que una tomate parlante como tú, tendría alguna vez este momento tan hermoso de maternidad"

"¿Tomate parlante?"

"Creo que debemos calmarnos" apaciguando a su esposa Minato tomo asiento en la mesa junto a los demás, "Así que sensei… ¿De que querías hablar?"

"La profecía" el ambiente se volvió serio con esa palabra, tanto la Uzumaki como el Namikaze eran sabedores de esta profecía del sapo sabio del monte Myōboku, "Creo que la llegada del niño de la profecía está más cerca de lo que creemos, el sapo sabio a dicho que los siguientes años serán claves para el mundo shinobi…"

"¿Tu crees que…?" Kushina abrazo más cerca de ella a su hijo cuando las miradas de todos cayó en el.

"No lo sé… las profecías llegan a ser confusas" dando un suspiro el sabio de los sapos saco de su chaqueta un libro, su primer libro, "Nacerá un shinobi que dará un cambio jamás visto en este mundo… trayendo paz o destrucción" le era difícil trabajar con una oración tan vaga como está, incluso el gran sapo parecía dudoso, su visión del futuro es confusa desde los últimos meses.

Ronin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora