Capítulo 3

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Junio 2019

La licitación del proyecto del metro estaba volviendo loca a Daniela. Los arquitectos no lograban llegar a acuerdo con los ingenieros y la morena empezaba a cuestionarse si deberían integrar a algún directivo nuevo a la empresa.

- Dani - la voz de Kim se escuchó por el altavoz de su escritorio - está Amalia aquí.

Calle respiró hondo y no pudo evitar pensar en que la visita de su mejor amiga era la cereza del pastel del caos. Presionó el botón rojo del aparato y le pidió a Kim que la hiciera pasar.

Amalia entró a la oficina sin pronunciar palabra y se sentó en la silla frente al escritorio de su mejor amiga.

- Te puedes ir Kim, gracias - la mujer de rizos le dijo a la asistente en un tono amable, pero que no dejaba espacio ni para que les ofreciera un café.

Kim salió de la oficina, cerró la puerta y Daniela esperó a que Amalia la bombardeara con reclamos, pero eso no pasó. Amalia no dijo nada y solamente la miró.

- ¿No me vas a decir nada? - Calle la observó confundida.

- Aquí la que tiene que hablar no soy yo.

Dani giró un poco su silla y observó la ciudad desde el ventanal. Sabía que tenía que darle explicaciones a Amalia, pero no sabía si estaba lista para hacerlo.

- Daniela, soy tu mejor amiga y todo ese show que armaste el otro día me dejó clarísimo que algo pasó y nunca me lo contaste.

La mujer de rizos se puso de pie, rodeó el escritorio y apoyó la espalda en el ventanal mirando directamente a la morena.

- He tenido unas semanas del terror - Calle le dijo con un estrés evidente - los arquitectos tienen la propuesta del metro parada porque no están de acuerdo con el plan de ingeniería que los civiles quieren meter y la presión de tener a cargo la construcción con los brasileños me tiene al borde del colapso. Lo que pasó la semana pasada fue una estupidez sin importancia.

- No me digas que fue una estupidez sin importancia cuando me corriste de tu casa. Jamás en todos nuestros años de amistad me habías echado de algún lugar.

- Y lo siento, de verdad - Daniela se paró y se puso a su lado - ya sabes cómo me pongo cuando me estreso. No debería haberme descargado contigo, fue mi error.

- Es que a ver - Amalia la tomó las manos - a mí me da igual que me hayas echado y que te hayas descargado conmigo. Lo que yo quiero saber es qué carajos significó lo que me dijiste ... eso de que la vida te había quitado todo.

Dani le quitó las manos y empezó a caminar por la oficina.

- No fue nada, en serio. Solo había tenido un día demasiado intenso y tenerte tan temprano atacándome me sacó de mis casillas ... esa es la verdad.

Amalia iba a hablar, pero Felipe abrió la puerta y entró con un par de carpetas en las manos.

- Dani, tenemos que - el hombre notó la presencia de la mujer de rizos y se disculpó - ay, perdón. Hola Amalia.

Dejó las carpetas en el escritorio y le dio un abrazo muy fuerte.

- ¿Interrumpí algo? - Felipe preguntó preocupado.

- No - Daniela respondió de inmediato - Amalia ya se estaba yendo.

Amalia la miró como si fuera a matarla, se despidió de los dos con la mano y se fue. Calle soltó un suspiro que parecía llevar años guardado, se sentó en su silla y tomó las carpetas que Felipe había dejado hace un momento en el escritorio.

TE PROMETO QUE TE QUISE | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora