Capítulo 11

20.6K 1.2K 1.5K
                                    

Febrero 2020

Daniela se despertó al sentir una brisa fría sobre su rostro y cuando abrió los ojos se dio cuenta de que había dejado la ventana más abierta de lo normal. Iba a pararse para cerrarla, pero la espalda de Poché estaba pegada a su pecho y no quería despertarla.

El aroma de María José invadía los sentidos de Calle y solo una palabra se le vino a la cabeza: perfección. A Dani ya le había pasado varias veces lo mismo ... despertar, sentir a Poché y creer que en cualquier momento se iba a despertar de ese sueño que parecía tan real.

La morena pasó los dedos por el pelo de Poché con mucha delicadeza y siguió bajando hasta llegar a sus costillas y luego a la cadera. Cada montaña y cada valle que se creaba en su cuerpo era un terreno que Dani sabía que jamás se cansaría de explorar. La piel de María José era como un mapa que Daniela estaba determinada a explorar hasta aprendérselo de memoria.

Cuando su mano estaba recorriendo el muslo de Poché, la mujer se dio vuelta sin abrir los ojos y suspiró en su cuello, lo que provocó una reacción inmediata en el cuerpo de Calle. María José se pegó más a ella y Dani no pudo descifrar si ya se había despertado o si seguía dormida.

Una de las manos de Poché se refugió en el espacio que existía entre sus cuerpos y su respiración se tornó más profunda. Daniela siguió acariciándola con cuidado de no despertarla; quería aprovechar el momento al máximo.

Un estornudo muy bajito se escuchó desde el otro extremo del apartamento y la realidad la impactó fuerte. María José estaba dormida en sus brazos, en su cama, y Jacobo estaba en su cuarto. En el cuarto que los tres habían decorado para hacerlo suyo.

Era la primera vez de los tres, y de Ramón, siendo una familia. Daniela permitió que su mente se acostumbrara a la idea ... le parecía simplemente irreal. Dejó de recorrer la piel de Poché y clavó la mirada en el techo sin poder explicar la felicidad que sentía.

- No pares - María José se quejó.

Dani sonrió y le dio un beso en la frente. Poché, sin abrir los ojos, se destapó y se mordió los labios como si la estuviera invitando a algo más.

Calle inhaló con fuerza y sintió cómo una llama se le prendía en la parte baja del abdomen. Tomó a María José por la cintura y le dio un beso que no dejaba duda alguna de cuáles eran sus intenciones.

- Mmmm - Poché sonrió - qué rico despertar así.

Daniela estaba a punto de besarla de nuevo cuando las dos escucharon a Jacobo llorar con fuerza. No era un llanto desesperado ni urgente, así que ninguna se levantó de inmediato.

María José le dio un beso que la dejó antojada de algo más y después le plantó un besito muy delicado en la frente.

- Ahora vengo - le dijo en un suspiro.

Poché se levantó, Calle intentó retenerla y entre carcajadas María José se zafó de sus manos.

Dani aprovechó para pararse a cerrar la ventana y en ese momento se dio cuenta de que Poché había ido al cuarto de Jacobo completamente desnuda. La noche estaba muy fría y lo que menos quería la morena era tener que lidiar con una novia agripada, así que sacó un saco del clóset y se lo llevó.

Cuando Calle llegó al cuarto se detuvo en la puerta y apoyó la cabeza en el marco mientras veía la escena frente a ella. María José estaba amamantando a Jacobo sentada en la mecedora que habían comprado hace algunas semanas.

- Pensé que ya había dejado de amamantar - le comentó en voz muy baja.

- A veces le gusta hacerlo para poder dormirse ... dudo que a esta altura tenga una cantidad decente de leche, así que es más como un chupete.

TE PROMETO QUE TE QUISE | CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora