C h a p t e r O n e

813 84 592
                                    

—Recuerda, Emma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Recuerda, Emma. Nada de contarle lo que pasó hoy a mamá —soltó el peliblanco.

—Sipi, no lo haré, para poder seguir jugando más —respondió la castaña.

—Por supuesto que jugaremos más —afirmó Jack con una sonrisa.

La castaña admiraba a su hermano por su forma de cuidarla y protegerla, por ser el hermano perfecto que cualquier niña desearía tener.

—Hola Emma —saludó una platinada que se encontraba sembrando semillas en el jardín de la entrada. Era Elsa, la vecina de los Frost.

Ella vivía sola con su padre y estudiaba en otra preparatoria que Jack, ambos no formaron un lazo de amistad como vecinos, en cambio Emma sí.

—Sí, hola Elsa —respondió Emma emocionada, queriendo acercarse a ella, pero Jack la detuvo suavemente.

—Debes cambiarte la ropa y curar esa herida, Emma. Mamá se molestará si no lo haces —advirtió Jack con calma.

—¿Te hiciste una herida? —preguntó preocupada Elsa, levantándose.

—Emma se lastimó el brazo jugando, no es tan grave —explicó el joven.

—Oh, entiendo. Entonces, Emma, deberías ir a curar esa herida.

La pequeña asintió y se dirigió a la entrada de su casa, seguida de su hermano. El peliblanco buscó un botiquín para ponerle una venda en el brazo y luego tirar la tela en el tacho de basura.

—Jack, te dije que Emma debía tener cuidado —regañó Sara a Jack, refiriéndose a la madre de ambos.

—No es culpa de Jack, mamá, yo me caí por correr demasiado rápido —se apresuró a decir la pequeña.

—Perdón mamá, prometo tener más cuidado la próxima vez —añadió Jack, con la mirada abajo.

Sara suspiró, acariciando el cabello de su hijo —Ese es mi chico, pero a la proxima debes ser más responsable.

Aunque Jack amaba tanto a su mamá, odiaba que ella esté saliendo con el padre de Elsa. Ambos se conocieron hace tres años atrás y verlos juntos como una pareja feliz, era el temor de Jack al poder perder una familia de tres.

¿Acabar con el padre de Elsa? Solo el tiempo decidiría.

—Ahora hija, ve a cambiarte y luego ven a almorzar —le indicó su madre a Emma.

Mientras Emma obedecía y se dirigía a su habitación, Jack también subió a la suya para quitarse el abrigo y coger el cuchillo que había encontrado en la casa abandonada.

¿Y Si Jugamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora