ZenTan Week 2020

Libre

Último día, último capítulo.

Ojalá les guste =)

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- ¿Quieres un masaje Zenitsu?

Tanjirou sonrió dulcemente mientras hacía aquella pregunta, antes de que el otro muchacho respondiera, el joven ya se encontraba detrás para comenzar con el masaje.

Zenitsu sintió como su cuerpo se relajaba ante aquellos toques y no evitó suspirar de gozo cuando las manos del muchacho trabajaban en su espalda y hombros de forma casi profesional.

- ¿Se siente bien? – Preguntó el pelirrojo con la sonrisa de siempre.

- Si. – No evitó exclamar con alegría.

- Me alegro amor.

Iba a seguir disfrutando de aquellos mimos hasta que escuchó aquella última palabra y se alejó de golpe. Tanjirou lo observó con clara confusión.

- ¿Pasa algo malo?

- No... yo... - Se puso nervioso, más cuando el muchacho comenzó a acercarse nuevamente. - ¡Ya estoy bien! ¡Gracias!

- ¡Me alegra haber servido de ayuda! – Sonrió con alegría ante su respuesta.

Sin que Zenitsu pudiera reaccionar Tanjirou se encontraba abrazándolo y acariciando sus cabellos con ternura.

- Zenitsu se merece muchos masajes, cariños y mimos por ser tan lindo.

Antes de poder responder la puerta se abrió para revelar a Inosuke y Nezuko. Ambos observaron la escena antes de entrar a la sala y sentarse delante de los jóvenes. Zenitsu les rogó con la mirada por ayuda, pero fue ignorada por completo por Inosuke, Nezuko por su parte tiró del haori de su hermano para llamar su atención.

- ¿Necesitas algo Nezuko?

El muchacho dejó de abrazar al rubio para observar a su hermana, Zenitsu intentó alejarse sin resultado cuando su mano fue tomada, se sonrojó por ello, más cuando el muchacho seguía concentrado en su hermana.

Suspiró.

Hace dos semanas que un demonio había atacado con una extraña técnica. Aquel ataque iba dirigido a Zenitsu, pero Tanjirou lo rescató en el último minuto recibiéndolo de lleno y quedando inconsciente en el acto.

Al final nunca fue un ataque físico aquella técnica, más parecía un hechizo de amor porque cuando Tanjirou abrió los ojos no dejó de atender y tratar con mucho cariño al pobre y sonrojado rubio que no sabía cómo reaccionar ante las acciones del muchacho.

Lo peor de todo es que el demonio había sido eliminado y Tanjirou no había cambiado su comportamiento amoroso.

Luego de una exhaustiva revisión por parte de Shinobu no pudieron encontrar nada malo en el muchacho.

- O se le pasa con el transcurso del tiempo o se queda así por siempre. – Expresó el pilar del insecto con una sonrisa divertida ya que Tanjirou tenía su cabeza apoyada en el hombro de Zenitsu y el pobre rubio no sabía qué hacer al respecto.

- Pero yo me siento bien. – Expresó al fin el cazador. – No siento que algo haya cambiado en mí.

- Lo sabemos Tanjirou.

- ¡Tú no me hacías esas cosas antes! – Gritó el rubio con los nervios a mil.

- Es que me daba pena Zen, pero ahora sé que nada de eso importa. – Tanjirou le sonrió dulcemente mientras se acercaba al rostro del muchacho para darle un beso en la mejilla. – Te mereces ser tratado con amor y yo te lo daré todo.