Esta bien esto?

III Ese día en la oficina

-Y contame como van las cosas en tu matrimonio?
-Que te puedo decir? Apenas compartimos y su trabajo le consume todo su tiempo. Asi que todo va como antes, nada ha cambiado del todo.

Mientras ella hablaba el pensaba como sería si el fuera su esposo. Tendría tiempo para ella porque no todo puede ser trabajo. La pasión se mantiene día a día. Imposible que ese imbécil estuviera todo el día trabajando. El es hombre, conoce todas las excusas para no estar en la casa y de vez, tener una aventura.

-Espero que tu esposo valore la clase de mujer que tiene. Tan inteligente, interesante, entregada al hogar y hermosa. Una mujer que aun despierta pasión y deseo.

El callo de repente y pensó - ¿que acabo de decir?

Ella suspiraba y se perdía en las palabras que Joaquín le decía. Un hombre tan guapo como el le dijera algo así la hacía sentir sexy y deseosa.

Para romper el silencio. -Gracias Joaquín sos muy amable. Realmente piensa eso de mi o lo dices porque sos mi amigo.

Joaquín estacionada el auto, se le acerca de forma que podia sentir la respiración un poco acelerada, su dulce olor y esos carnosos labios. Pegados, pero sin tocarlos y acariciando su rostro dice.

-No lo digo solo porque sea tu amigo, lo digo porque soy hombre y reconozco la clase de mujer que sos. Para mi sos hermosa e inteligente. Te respeto y quisiera decirte más, pero no se como lo tomarías. Tu rostro, esos labios tan sensuales, piden ser besados y lamidos con deseo y pasión. Joaquín estaba perdiendo el control, el deseo y su erección eran notable.

Ella casi hipnotizada en lo que Joaquín decía, su respiración se le aceleraba, sus pezones se enfurecia, su mano tocaba el pecho de aquel ardiente y sensual hombre. Se dejo llevar, el enredo la cola de caballo en su tersa y grande mano, dobló su cabeza y la jalo hacia el... mientras con la otra mano apretaba la entrepierna de ella y acaricia hasta llegar a su sexo, pero sin tocarlo...