Acosada (EDITANDO).

Capítulo 20: Pasado.

—Sube con cuidado —ordenó Bridgett, ayudando a Eric a subir a la camioneta.

Le habían dado de alta semanas después de que despertase, pues el personal médico quería mantenerlo bajo observación y todo se alargó más cuando agentes de la policía empezaron a visitarlo para interrogarlo respecto a lo sucedido aquella noche. Pero él nunca decía nada relevante, no daba un nombre, siempre mentía diciendo que el atacante cubrió su rostro con un pasamontañas.

Confiaba en Dawson y quería que él mismo llevara su caso, pues muy en el fondo sospechaba que Peter estaba detrás de todo ese acoso hacia Bridgett, tenía la sospecha de que todo había sido un plan por parte de este y para salir bien librado, inclusive le echó la culpa.

—Llévanos a la mansión del señor Bellamy, por favor —pidió la chica una vez se subió, mirando al conductor a través del retrovisor del auto.

El tipo asintió, poniendo el auto en marcha rumbo a la mansión. Eric por su parte se limitó a mirar por la ventana, hasta fingió interés en las aburridas calles.

—¿Cuando piensas contarme lo que pasó esa noche? —cuestionó la castaña.

—Al menos déjame llegar a casa —siseó acomodándose.

Aquella era una clara señal para Bridgett, se rehusaba a hablar con ella al respecto y tampoco insistiría de nuevo. No podía obligarle a conversarle  sobre lo sucedido, pero sentirse en peligro era inevitable.

No sabía a qué o quienes se estaba enfrentando.

El camino a la casa de Eric fue bastante silencioso, ninguno de los dos se miraba, evitaban hacerlo. La tensión dentro del auto era tanta que el conductor les miraba de vez en cuando por el retrovisor con un gesto intrigado.

Cuando el auto se detuvo justo enfrente de la casona, Bridgett bajó con prisa, rodeó el vehículo y abrió la puerta del lado de Eric, quería ayudarlo a bajar.

—Yo puedo solo, gracias Bri —renegó mientras bajaba del vehículo.

—Está bien —la castaña se dio por vencida y entró a la casona yendo directamente a las escaleras.

—Te espero en el estudio —le escuchó hablar a sus espaldas.

Asintió sin voltear a verlo, estaba intrigada. Por esa razón se quedó parada frente a las escaleras y solo se dispuso a caminar cuando escuchó los pasos de Eric alejándose hacia el pasillo que llevaba al estudio.

Suspiró pesadamente, pasando una mano por su cabello. Los nervios le carcomían por dentro, al igual que la curiosidad.

Fue esa misma curiosidad que la empujó al estudio de Eric en un santiamén. Abrió la puerta al llegar, entrando abruptamente.

—Al grano —siseó.

—¿No te enseñaron a tocar la puerta? —inquirió él, arqueando una ceja.

—A la mierda con eso, quiero saber toda la maldita verdad. Absolutamente toda .—espetó mirándolo fijamente con ese gesto propio que hacía cuando se molestaba y agregó—: Estoy cansada de tus intrigas Eric, sí no me dices la maldita verdad juro por mi vida que te mando a la mierda.

—Siéntate. —ordenó él con voz gélida. No mostraba ni pizca de temor, tampoco asombro ante el arrebato de la castaña. Por el contrario, comprendía la razón de su molestia.

Bridgett bufó, dejándose caer de golpe sobre la silla estratégicamente ubicada frente al escritorio del pelinegro. Estaba ansiosa, movía la pierna rápidamente en un intento por calmarse.