El mejor año de mi vida (CORRIGIENDO)

4.Comida con Hannah.

Mientras que Hannah y yo estábamos hablando, Sarah y Connor se han bajado a la biblioteca a estudiar. Blake y Daniel hablan del tatuaje que se hizo éste en verano.

-¡Bua tío, qué pasada!¿No te dolió?- le pregunta Blake ansioso.

-No, en absoluto, ya estoy acostumbrado, no es el primero que me hago-le responde, con naturalidad.

-¡Jo!, pues mola un huevo, a ver si un día me animo y nos hacemos uno a juego- comenta Blake, con tono asertivo.
-¡Guau Daniel!- exclamo acercándome a ellos al ver su tatuaje.

-¡Mola, eh!- dice, orgulloso. El tatuaje es de una serpiente enrollada con en una rosa. Es muy expresivo, es en blanco y negro, con algunos detalles en colores fuertes. Le abarca todo el muslo del brazo. Es sorprendente; uno de los más bonitos que tiene, para mi gusto.

-Bueno, ¿qué tal vuestro primer día de clase?¿Cómo lo lleváis de momento?- pregunta Hannah hacia Blake y hacia mí.

-Bueno, que sepáis que nuestra tutora de este año es la señora Grace Williams. Nunca antes nos ha dado clase, pero parece simpática. También nos va a dar clase de matemáticas- les informo.

-¿Qué pasa?¿Quién se va?- pregunta Daniel, sorprendido.

Daniel es el típico chico que se cree un "malote" cuando aparenta ser más bien un tipo sensible. Tiene el pelo moreno y los ojos color verde esmeralda.

-No tonto, nadie de nosotros, estamos hablando de nuestra tutora de este año. Y no hables tan alto, que me duele la cabeza- dice Hannah, algo atontada.

Daniel es un chico un tanto despistado. Va y vuelve de Babia muchas veces en el día. Lo sé por experiencia.

¡RING!

-Bueno chicos, ahora toca física; ¿los sitios de antes, no?- les pregunto mientras comienzo a andar hacia el pasillo.

-A ver donde están estos dos. Desde luego que no se separan. La parejita del año- resopla Blake, andando en mi misma dirección.

-¡Qué dices!, pero si Sarah no da ni palo. Seguramente que habrán ido juntos para que Connor la ayude desde el primer día a estudiar. Bien por ellos- refuta Daniel con expresión asertiva.

(******)

Las clases de después del descanso han ido bastante bien. Nadie nos a puesto deberes, todavía.

-Bueno, ¡hora de irse a casa!- grita Sarah según vamos saliendo de nuestra última clase del día, francés- ¡Au revoir professeur, à demain!- exclama, dirigiéndose hacia el profesor.

Los seis caminamos hasta salir a la calle. Hay muchos coches aparcados en doble fila.

-Hasta mañana- nos dice Daniel, moviendo la mano según se va alejando.

Escuchamos un claxon bastante agudo.

-Ese es mi padre, hasta mañana- resopla Blake.

Sarah también se despide, solo que ella se va en transporte público.-¡Chao chicos!- nos dice corriendo hacia la parada.

Connor es el único que se queda un rato más en el insti para ayudar en el consejo estudiantil. Por ello, atraviesa la puerta de secretaría, pero no antes de decirnos adiós.

-¡Bueno amiga!- exclama Hannah, abrumada, mientras que me pasa el brazo por los hombros.

-¡A merendar!¡Que nos lo hemos ganado!- la respondo con decisión.

Camino a casa vamos hablando de como nos ha ido en nuestro primer día de clases.

-Si no recuerdo mal, tu casa estaba en esa calle a la derecha, ¿no?- me pregunta, señalando la calle de abajo.

-Sí, cómo te acuerdas, ¿eh?- me sorprende su memoria- ¿Qué vas a querer de comer? Bueno, conociéndote, de postre seguro que la tarta de limón que hace mi madre- la conozco desde pequeña y es más golosa que yo; y eso ya es decir.

-Ay sí! Bueno, tampoco quiero comer mucho, esta noche ceno con mi primo, que viene desde Chicago, nos iremos a un restaurante y cenaré muchísimo. Así que algo más bien ligero- me explica.

-Creo que esta mañana mi madre hizo algún postre para merendar. Tomaremos eso- digo, afirmando.

Cuando llegamos a casa y llamamos al timbre (se me olvidó coger las llaves esta mañana, es lo que tiene el primer día de clase, es muy ajetreado), mi madre nos abre la puerta y nos recibe con un beso y un abrazo a cada una.

-Hola cariño, ¡hola Hannah!, ¡cuánto tiempo!¿Qué tal tus padres?¿Cómo lo llevas?- nos saluda mi madre- Pasad, pasad, que vais muy cargadas. Dejad aquí las cosas e id pasando al salón, que ahora voy yo con la comida- nos dice, mientras que nos señala donde dejar las cosas.

Una vez llegamos al salón, nos sentamos en la mesa del comedor, no antes sin haber visto a mi padre arreglando un foco del techo. ¡Qué vergüenza!

-Hola Mathew- exclama Hannah al ver a mi padre.

-Hola papá- le digo yo.

-¡Aquí vengo!- canta mi madre, cerrando la puerta de la cocina y andando hasta el salón.

-¡Mmm!¡Qué buena pinta!- exclama Hannah con la boca hecha agua.

De comer mi madre había preparado macarrones carbonara.

Y de postre tarta al limón que mi madre había preparado esa misma mañana. Era la segunda vez que la hacía. A mí no me gusta mucho el limón, pero la tarta que hace está exquisita.

-Bueno chicas, contad qué tal os ha ido el día- nos pregunta ansiosa mi madre mientras que va sirviendo la pasta en nuestros platos.

-La verdad es que muy bien. Hemos conocido a nuestro tutor, bueno, Rebeca y Blake la han visto en persona porque han tenido clase con ella, y luego nos lo han contado al resto- iba contando Rebeca, al tiempo que se metía dos macarrones en la boca.

-Osea que por lo que veo vuestro primer día ha ido bastante bien, ¿no?- nos pregunta, mientras que nos sirve un poco más.

-Estupendamente- dice Hannah, sonriente y vivaracha como lo es siempre.

-Pues qué sorpresa que hayas venido, no te esperaba para nada, pero tu compañía nos es muy grata- le responde mi madre con una sonrisa.

-Muchas gracias- Hannah asiente.

-¡Y estaremos encantados de que vengas muchos días más!- exclamo, acercándome más a ella y haciéndola un cariño en el brazo.

Hola chicos!
Aquí os dejo otro capítulo más que espero que os guste y que votéis y comentéis.
Y ya sabéis, cualquier idea es válida!
Muchos besos y gracias por vuestro apoyo!