CAPÍTULO 1 (2ª parte)

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-Lucía... nos mudamos. – Me lo dice esperando mi reacción.

-Pero, entonces, ¿qué has ido a hacer esta mañana? – Se suponía que iba a hacer entrevistas, pero claramente no, porque ya tiene trabajo.

-He ido para arreglar unas cosas de la mudanza y he ido a unos cuantos restaurantes por si necesitaban personal, pero no, ninguno.

-Mamá, porque nos tenemos que ir, y además tan lejos. – Se lo pregunto desesperadamente, no lo entiendo.

-Hija, que otra opción me queda, os tengo que dar de comer, y pagar las facturas, y se me está complicando, sé que es mucho para ti, pero lo tienes que entender, además tu tía tiene una casa preciosa y en un barrio muy bueno, seguro que allí te lo pasas genial. – Me está intentando convencer, pero sigo sin entender por qué nos tenemos que ir tan lejos.

-Pero mamá, ¿por qué tan lejos? – No me pudo creer que me vaya a ir tan lejos, joder ¡A Málaga!

- ¿Es que una mudanza a otro lugar hubiera sido más fácil? – Me pregunta, y la verdad es que no, no hubiera sido fácil, pero supongo que me impone mucho más pensar que me voy más lejos.

Niego con la cabeza. Y cuando voy a mi habitación, veo el dormitorio de mi madre por la puerta que está entreabierta lleno de cajas y con todas las estanterías vacías, madre mía, esto es real. Mi madre que me ve, se acerca y me dice:

-Mañana vamos a empezar con el salón y la cocina, solo dejaremos lo esencial. – Me dice seria y mirando a su habitación, que está vacía.

- ¿Cuándo nos vamos? – Por favor, en verano no, en verano no, en verano no, en verano no...

-Una semana después de que acabes el colegio, el 28 o 29 de junio.

-Vale. – Y me dirijo a mi habitación. Genial, no solo me voy, si no, que me voy a Málaga y me voy el 28 de junio, antes que Pablo y todo.

3 de junio.

Son las 7:50 y me acabo de levantar, ayer fue un día de mierda, por la tarde me acosté en la cama y me levanté solo para ir a cenar, me dormí como a las nueve, la verdad es que, he dormido bastante bien.

No sé si hoy va a ser peor que ayer, si tenemos en cuenta que voy a tener que decirle todo a mis tres mejores amigos, estoy en la mierda, me quedan 2 semanas de instituto y pensé que este momento sería feliz, pero no lo es, porque este verano no va a haber ni amigos, ni fiesta, me voy a quedar todo el verano acostada en la súper cama de la súper habitación, de la súper casa de mi tía, espero que al menos tenga Netflix. Pensando y pensando, ya se me han hecho las 8:00, así que, sin nada de ganas me pongo en pie y voy directa al armario para ver que me pongo, cojo lo primero que pillo, me lavo la cara y voy a desayunar, me hecho un poco de rimmel y a las 8:40, ya estoy lista, así que empiezo mi ruta hasta el colegio.

Llego y veo que, como siempre, en un grupito están mis tres amigos, están hablando y riéndose, que bien, voy a llegar yo a joderles la mañana.

- ¡Hola! – Me dice Laura, sin rastro de las lágrimas que ocupaban ayer toda su cara y con una gran sonrisa.

-Hola – digo yo sin ganas, no sé si se los debería decir ahora, o en el recreo. Me miran con cara rara pero justo cuando Cris va a abrir la boca para preguntarme que me pasa, Laura la interrumpe:

-Hemos decidido aprovechar estas semanas al máximo antes de que Pablo se vaya y luego aprovecharemos todo el verano con Cris, porque no vale la pena estar tristes por cosas que no podemos controlar. – Jope, pobrecita, ahora que están intentando no estar tan tristes y voy a llegar yo con la noticia de que me voy a 486 Km de distancia. Si, lo busqué ayer.

TU, YO, AQUI Y AHORAWhere stories live. Discover now