Capitulo Dos ... Agresión

895 72 19
                                    


Sasuke sonreía no lo podía evitar, Naruto era tan mono con los gestos que hacía mientras berreaba o balbuceaba cuando el Uchiha lo hacía caer en la trampa, estaban estudiando y practicando como sería el nuevo juicio, el abogado le había dicho al rubio lo estúpido que pareció la primera vez contestando las preguntas del fiscal.

Naruto se defendía, él contestaba la verdad y más que eso el que fuera Gaara quien las preguntaba lo hacían colocarse aún más nervioso, por lo mismo Sasuke le dijo que debía prepararse para todo tipo de preguntas, le escribió todo un manual que cosas hacer y decir en el juicio y cuáles no, la indicación más importante si estaba inseguro de cualquier cosa, mirase a Sasuke para informarle que estaba dudoso, la segunda, que hiciera parecer tonto al fiscal y a él mismo, si sentía que una pregunta era ambigua, preguntara por ella, que no la entendía que la explicara de mejor manera, no importa quedar como idiota si con eso lograba que el abogado querellante se enredadera en su misma pregunta.

Llevaban tres semanas reuniéndose, todos los días Sasuke llegaba puntalmente, por alguna razón tenía tres horas diarias de visita, cuando eran siempre era una, el Uchiha le dijo que era porque estaban nuevamente en un juicio por lo mismo podía estar más tiempo su abogado. Otra cosa que el varón había hecho fue negar todo tipo de entrevista a la fiscalía, aludió mediante certificados médicos que Naruto no se encontraba en condiciones de ser visitado por Sabaku No Gaara, si dejó que la policía una vez más lo interrogara, siempre con el Uchiha a su lado.

Naruto lograba tolerar de mejor manera a Sasuke, su cercanía, podía convivir a su lado en tranquilidad, le agradaba, el abogado tenía ese extraño tipo de personalidad que a Naruto le atraía, no solo de manera romántica sino como persona, era elocuente, sagaz, muy inteligente, con poco humor, el que tenía era muy negro e irónico, pero sobre todas las cosas Sasuke era muy serio, Naruto solía sacarlo de quicios solo para molestarle, pensó que le encantaría trabajar con él, ser su amigo. En otros tiempo sin duda hubiera caído rendido ante Uchiha Sasuke, y quizás lo haría si seguía en contacto con él...

Eso era una de sus preocupaciones, qué pasaba si se enamoraba de Sasuke ya le gustaba, por otro lado qué iba a ser de su vida si lograba salir de prisión, no había nada para él, dudaba que pudiese volver a encontrar un buen trabajo, menos un lugar decente donde vivir, más ahora con todos sus traumas dudaba siquiera poder vivir en cualquier sector, temía a los varones, a la oscuridad, a muchas cosas, su vida estaba destruida, sabía que iba a salir adelante pero no quitaba que no tuviese miedo de volver a ser libre porque ya nada era igual.

Sasuke lo miró preocupado sentía que Naruto se perdía por breves lapsus, siendo honesto solo consigo mismo le aterraba que ese chico terminara peor que su hermano, si bien Jugo le decía que parecía bien, aunque aún en las noches despertaba gritando aterrado, que le costaba mucho tranquilizarlo, también le comentó de los miedos que el Uzumaki padecía y sus dudas con respecto a cómo iba a ser su vida una vez afuera de prisión.

Por lo mismo había hablado con sus padres, les consultó si no les incomodaba que alguien fuera vivir con ellos, su madre inmediatamente quiso saber todo sobre el rubio, cuando dijo Naruto y Gaara en la misma frase fue suficiente para que ambos padres dijeran que sí sin pensarlo dos veces, tanto Itachi como Sasuke habían decidido vivir aún sus padres, a pesar de sus edades, pero si fueron inteligente, ambos se pusieron de acuerdo en comprar un terreno a las afueras de Tokio pero no lo suficiente, sino un terreno que les permitiera a ambos viajar hasta la cuidad, hicieron una casa estilo occidental para crear Lofts conectados a una misma casa, pero con entradas independiente, era minis departamentos dentro de una enorme casa, era una construcción extraña, pero les gustaba a sus padres y a ellos.

Mikoto dijo que quería conocer a Naruto, Sasuke estaba un poco reticente porque no sabía cómo podría tomárselo el rubio, pero decidió arriesgarse y al fin darle permiso a su madre para que fuera a conocer al chico que traía tan atareado a su hijo varón menor.

Sangre InocenteWhere stories live. Discover now